Excavaciones en el campo de concentración franquista de Casa del Guarda de Jadraque (Guadalajara)
12 de abril de 2022.
Puertas abiertas en el campo de concentración
Exitazo ayer de la jornada de puertas abiertas en las excavaciones del campo de concentración franquista de Jadraque: más de 150 personas participaron en la visita guiada, lo que hizo necesario que ésta se efectuase en dos grupos. Por la tarde, la sala de conferencias del Liceo Casino abarrotada, con bastante gente de pie, para escuchar la charla con los arqueólogos "Un campo de concentración en mi pueblo", volvió a demostrar el enorme interés que este tema ha suscitado no solo en la localidad alcarreña, sino en toda la comarca.
Jornada de puertas abiertas del 9 de abril de 2022
El equipo de arqueólogos del Incipit-CSIC (Arqueología de la Guerra Civil Española) que está trabajando estas semanas en el campo de concentración lleva más de una década realizando investigaciones arqueológicas en diversos escenarios de la Guerra Civil Española y la dictadura franquista, en el marco de un proyecto de alto nivel y enorme mérito que demuestra el poder de la arqueología para ayudarnos a comprender nuestro pasado reciente (y no solo las civilizaciones antiguas, a las que habitualmente se asocia dicha ciencia) proporcionándonos claves que no se pueden conseguir de otro modo.
La historia asociada a los restos hoy investigados arranca con la conquista de estos parajes por las tropas fascistas durante la batalla de Guadalajara, en marzo de 1937. Al CTV italiano le pegaron una buena tunda en su intento de avance siguiendo el eje de la carretera nacional, pero la Brigada Marzo de la División de Soria sí consiguió consolidar el territorio que ocupó en el flanco oeste de los italianos, en el que se encontraba Jadraque, entre otras poblaciones. En noviembre de aquel año llega a estos lares la 74.ª División franquista, que acaba de crearse ese mismo mes, pasando a formar parte del ahora denominado "Grupo de Divisiones de Soria", desplegada en el sector de Guadalajara a objeto de su participación en una prevista ofensiva sobre Madrid que termina siendo cancelada por el inicio de la batalla de Teruel. Así pues, los siguientes meses la 74.ª División permanece en posiciones defensivas.
Es en esta época cuando dicha división comienza a usar la conocida como "Casa del Guarda", una casa que antes de la guerra estaba destinada al servicio de la dehesa boyal, como puesto de mando de uno de sus batallones. En el verano de 1938 se produce un relevo: la 74 es trasladada al frente extremeño, donde en julio de 1938, integrada en la "Agrupación Norte" del general Saliquet, participa en la ofensiva franquista para el cierre de la bolsa de Mérida. La sustituye en esta zona la 73.ª División (la "División de Soria" original, que durante unos meses se había denominado 53.ª y luego 72.ª). Entonces se añade a las instalaciones una central de transmisiones.
El de Guadalajara va a ser un frente estático hasta el final de la guerra, lo que permite fortificar más y más, amén de mejorar la red de comunicaciones y servicios que lo nutre. Para ello hace falta mano de obra, y es entonces cuando llegan los primeros prisioneros republicanos: la 1ª compañía del 76 batallón de trabajadores, capturados en el frente del norte, que acaba de ser liquidado. Meses antes, una orden de Franco había dispuesto la creación de estos batallones, contra toda normativa internacional, para aprovechar como mano de obra esclava el gran volumen de prisioneros con que cuenta.
El equipo de arqueólogos estima que los barracones para la tropa a cargo del control del campo se construyeron entre septiembre y octubre de 1938, y que las cocinas fueron concluidas en noviembre. Asimismo, se habilitaron tres pistas para comunicar las instalaciones con los pueblos de alrededor. Los prisioneros estaban alojados en peores condiciones: en chabolas construidas por ellos mismos a 400 metros al suroeste de la Casa del Guarda, que ahora están desenterrando los arqueólogos. Han contado hasta 16 de estas construcciones.
Las instalaciones se quedaron muy pequeñas en marzo de 1939, con el fin de la guerra y la rendición de las tropas republicanas. De repente todo el Ejército de la República (menos los que consiguieron huir y los que fueron asesinados en el terreno por sus captores) se convirtió en prisionero. En este campo se concentró a parte de los integrantes de la 12 División republicana, una de las que componían el IV Cuerpo de Ejército mandado por el anarquista Cipriano Mera. Según un estadillo del 3 de abril habían llegado 4.338 nuevos prisioneros, que había que añadir a los antiguos, lo que hace más que probable que se ampliasen sus dimensiones y que muchos de ellos tuvieran que dormir al raso, en zanjas cubiertas o en tiendas de campaña, pues las construcciones existentes, con los prisioneros apiñados, no daban abasto.
El campo de concentración de Jadraque sirvió entonces para "clasificar" a toda esa nueva población penitenciaria, permaneciendo en activo algunas semanas, mientras se decidía sobre el destino de los prisioneros y se procedía a su distribución. Luego fue abandonado y "olvidado". Hasta ahora.
Texto de Roberto Blanco Tomás
Fotos de Nodo50
Mas información:
- Twitter de Guerra en la Universidad
- El pueblo de la Alcarria que olvidó su campo de concentración. Por Pablo Rivas para El Salto
