#15MP2P: tecnopolítica, ciberfetichismo y electoralismo

9 de julio de 2013.

Ante el tecnooptimismo de los nativos digitales, Jaume Asens, un clásico insustituible de los movimientos en Bacelona, ​​pronunció una frase que bien describe el estado de esperanza incierta de los movimientos sociales: "A veces nos flipamos un poco" (Antonio Baños).

Recopilación de DGA para Nodo50

Las grandes "estrellas" de la escena contestataria actual se dejaron caer en el acto de clausura de la escuela de verano del IGOP: Oliveras, Colau, David Fernández, Simona Levi...

[...] El título de la sesión, ¿De la calle a las urnas y de las urnas a la calle?, pretendía invitar a la reflexión sobre si la vía electoral, o la institucional -de forma más amplia-, eran las más útiles para las necesidades de la calle y los movimientos que organizan la resistencia al expolio neoliberal. Pero como suele ocurrir cuando se juntan gente del pensamiento crítico y de la acción antisistémica, los temas se ensancharon y derivaron hacia viejos y entrañables mantras: la necesidad de la unidad, la cooptación del sistema de cualquier acto entrista y la reflexión clásica sobre las posibilidades de victoria. Con unos ponentes muy relajados y punzantes y un público activo, el acto terminó con un encuentro de lo más agradable entre los conferenciantes y el público.

El sujeto político y su huidiza naturaleza

Una de las cuestiones que recorrió todas las intervenciones fue la de por qué en las condiciones extremas en que nos encontramos, la politización y, sobre todo, la organización por la acción se encuentran en una situación tan precaria. Ada Colau, con su sinceridad difícilmente rebatible, reflexionó: "Si después del 15M no los hemos echado, esto es por un déficit de organización social", una organización y una valentía individual que reclamó Arcadi Oliveras hablando de desobediencia civil y del caso de los objetores. Obviamente, hasta que la gente no esté dispuesta a ir a la cárcel por una causa, ésta nunca podrá prevalecer.

Nuestro mundo, donde los sujetos claros de opresión antiguos se han fragmentado -mujeres, precarios, migrantes clase media empobrecida, estudiantes- y donde la conciencia de clase es un acto de nostalgia, la complejidad lo tiñe todo de confusión. Por eso Gabriela Serra se lamentaba de la muerte de la causalidad: "Hemos perdido el sentido del causa-efecto". Tenía mucha razón. Las acciones se pierden en este charco que llaman sociedad líquida. Como ejemplo terrible de esta discontinuidad en la indignación y esta falta de sentido de comunidad organizada tuvimos el testimonio de una activista del 15-M en Ciutat Meridiana, que decía que mucha gente se apuntaba a la asamblea hasta que su caso particular se resolvía y, luego -supongo yo-, volvía a desear que el sistema, que el capitalismo, se recuperara de forma inmediata.

En este sentido, el siempre guapetón David Fernández insistió en un factor primordial: la interiorización por parte de la sociedad de los valores capitalistas. "La crisis es cultural", afirmó, subrayando más tarde que "es en la vida cotidiana donde uno o bien se libera del capitalismo o bien lo reproduce". "El capitalismo está en nosotros", por decirlo en palabras de Colau, quien insistió en "hacer políticos a quienes no están convencidos".

Las instituciones, oportunidad o némesis

Otra de las reflexiones transversales fue la que giró en torno al valor de las instituciones para los movimientos transformadores. Fue el momento de lucimiento de Fernández que, como diputado accidental y "abstencionista consumado", estuvo muy ingenioso en rebautizar el Caballo de Troya de las CUP como "el pony de Esparta", viendo sus posibilidades de juego reales dentro del Parlament. "El poder de cerca es peor que de lejos porque te ofrece su cara más amable", explicó el diputado. Fernández, al acabar, habló de su opción por las "contrainstituciones" como el semanario Directa o la cooperativa Coop57.

Otra persona con experiencia confrontadora dentro de las instituciones fue la exconcejal en el distrito barcelonés de Ciutat Vella, Itziar González, que las describió de la siguiente manera: "Están diseñadas para la opacidad". González debutaba con el nuevo proyecto iniciado hace un mes escaso en La Farinera del Clot: el Parlament Ciudadà. "Viene de parla la mente", explicó con un giro brossiano, e incidió en que la institución debe tener la función de "custodiar el poder de todos".

Los tecnócratas nativos

Un poco aparte del grueso de las reflexiones, o al menos con un lenguaje propio, se encontraban las preocupaciones de Simona Levi, del Partido X; Hibai Arbide, de Rereguarda En Moviment, y Guillemo Zapata, de Enred. Todos ellos nacionalistas orgullosos de internet, ese lugar, como habrán oído decir, gestionado por Google; espiado, controlado y censurado por los estados, y rentabilizado por las multis de la telecomunicación. Dispositivo, distribuido, pensamiento de enjambre... términos de la nueva tecnopolítica que fía el triunfo del pueblo a la fe en la maquinaria. Sin ’smarphone’ no hay victoria. Arbide, siempre incisivo, tuvo su momento analógico cuando le exigió a Fernández que "hiciera más el punky en el Parlament", recomendación que un servidor no puede por más que suscribir.

Ante el tecnooptimismo de los nativos digitales, Jaume Asens, un clásico insustituible de los movimientos en Bacelona, ​​pronunció una frase que bien describe el estado de esperanza incierta de los movimientos sociales: "A veces nos flipamos un poco". [...]


Los expertos destacan que el 15M se ha convertido en una marca mediática

Medio centenar de periodistas, expertos en movimientos sociales y sociólogos han presentado estudios sobre el 15M en el encuentro 15MP2P, organizado por el IN3 (Internet Interdisciplinary Institute) de la UOC y han concluido que el 15M ha logrado convertirse en una marca mediática.

Los expertos analizan durante el encuentro, que comenzó ayer y finalizará mañana, el fenómeno del 15M desde el punto de vista mediático dos años después del inicio de las protestas callejeras que ocuparon las plazas de las principales ciudades españolas, especialmente en Madrid y Barcelona.

Los expertos admiten que "una de las victorias del movimiento es haberse convertido en una marca, en una identidad colectiva y un referente informativo", han informado los organizadores del encuentro, en el que se han presentado 46 ponencias.

"Las acciones comunicativas del 15M han permitido crear una identidad colectiva que no tiene nada que ver con la de los partidos políticos u otras organizaciones representativas", ha afirmado Yolanda Quintana, periodista especializada en movimientos sociales que ha elaborado, junto con Mario Tascón, un estudio sobre las prácticas de comunicación del 15M.

"En menos de tres semanas el 15M ya se había creado una identidad colectiva, porque los grandes medios lo citaban como sujeto", ha subrayado Quintana.


Expertos sostienen que el 15M ha creado una referente informativo

La principal herramienta utilizada por este movimiento ha sido las webs, blogs y redes sociales, a través de los que han dado una "comunicación distribuida" que les ha ayudado a crear nuevas formas de organización, movilización y protesta.

De hecho, pese a la complicada relación con los medios tradicionales por ser un movimiento sin portavoces, los contenidos del 15M han logrado entrar en los medios con, por ejemplo, el caso de Ester Quintana, que ha abierto la polémica sobre el uso de pelotas de goma en los Mossos d’Esquadra.


El 15M en la academia

[...] En la última sesión matinal, participaron activistas del 15M y miembros de la academia, que explicaron la dimensión política del movimiento. Guillermo Zapata —guionista y miembro de @madrilonia—, explicó la Nueva Política en el campo 15M. Caracterizó el 15M, como un “nuevo pacto común” —es decir, un proceso constituyente—, como consecuencia de “un nuevo sentido común”. Sobre el futuro: explicó tres posibilidades: la institucional, la insurreccional, la autogestionaria. “El 15M está en todas”, y priorizará unas sobre otras “no por discusión, sino por práctica”.

Gala Pin dibujó la PAH, la célula del 15M más emblemática en este momento. “La PAH no es el 15M, nació antes, en 2009, pero ha realizado un matrimonio perfecto con el 15M”. Describió sus similitudes con el 15M —movimiento open source, que agrupa a una comunidad, no articulable en derecha e izquierda, en defensa del 99%, con presencia en la Red, pero también en otros medios, que asocia democracia y bienestar, y prima la diversidad a la unidad—, y su gran diferencia: tener una cara pública conocida.

Antonio Calleja —sociólogo, miembro de Datanalysis 15M—, aludió a la crisis de representatibidad —“el 80% de la ciudadanía no se ve representado en el Congreso”—, y explicó la evolución desde No les votes al 15M, e hizo unos apuntes sobre el proyecto del Partido X —este partido, que comparte con el 15M su funcionamiento en Red y su cultura, se presentará a las próximas europeas y con un único punto: el proceso constituyente; puede ser el jalón electoral 15M que hace tiempo se espera; habrá que seguirlo—. Raúl Sánchez Cedillo —editor y activista— habló del 15M como un poder constituyente, “una revolución, de una potencia social que cambia los poderes políticos”.



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