Berlín: Köpi se queda, sin venderse ni cambiar de política

22 de abril de 2008.

Jacobo Rivero / Agatha Maciaszek, Diagonal
En febrero de 1990, tras la caída del muro, la Köpi fue uno de los muchos edificios okupados en el este de la ciudad. Desde entonces albergó proyectos autónomos y autogestionados, convirtiéndose en un referente. Hace un año planeó la posibilidad de que el edificio fuera demolido y sus okupantes expulsados, lo que generó una amplia solidaridad.
DIAGONAL: ¿Cuál es la situación actual de la Köpi?
VERÓNICA: Desde hace un año la Köpi tenía un nuevo propietario. Nos costó averiguar quién, porque sabíamos que la persona que compró oficialmente la casa no era alguien con suficiente dinero y poder como para especular con un espacio tan caro (el edificio está en el centro de Berlín). Así que descubrimos que este hombre, llamado Fichtner, originario de Kosovo, realmente compró la casa para la familia Niels, conocida por sus inversiones y especulaciones. Entonces hicimos público lo que averiguamos, algo que ellos no esperaban. Tenían la postura de demoler la casa, algo que, con los procedimientos legales, les llevaría medio año o un año.

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Entrevista a verónica, miembro de Köpi, proyecto autónomo de Berlín.

Pero llevamos a cabo acciones diferentes, como grandes manifestaciones, acciones, y mucha presión pública, además de trabajo desde los medios de comunicación alternativos. Así que se convirtió en un tema de importancia en la ciudad, y no sólo, también a nivel internacional. Nos sorprendió mucho cuando, una tarde del invierno del año pasado, “el pequeño propietario”, Fichtner, mostró interés en hacer un trato. Explicó que tenía problemas con “los jefes”, y que no quería seguir cooperando con ellos, sino hacer un trato con el movimiento okupa. Usó unos argumentos raros, que podrían parecer sospechosos. Nos dijo que le gustaba la Köpi, porque nuestra forma de ser era parecida a la de ‘su gente’ en Pristina (Kosovo), refiriéndose a que si alguien tiene problemas, otros vienen a apoyar. El hecho es que se inició una negociación.

Finalmente, un día antes del 18º aniversario de la Köpi, a finales de febrero de este año, se llegó a un acuerdo que consistía en que los contratos ya existentes desde hacía años, hechos con el antiguo propietario y que supuestamente iban a caducar a finales de mayo de este año, se prolongaban para los siguientes 30 años. Además, más de la mitad de la casa nunca había tenido un contrato, como algunos espacios de vivienda y los espacios comunitarios, donde se desarrollan las actividades. Lo mismo pasaba con el patio y con el Wagen-side (espacio de viviendas en caravanas). Él ofreció firmar contratos también con estos espacios.

D.: Una noticia que coincidía con el 18º aniversario...

V.: Sí. El acuerdo alcanzado, y el contrato, fue firmado por una comisión de gente implicada en el proceso de dicha negociación. Mientras tanto, otra comisión estaba involucrada en la preparación de la celebración del 18º aniversario, que suponía unas 3.000 personas al día durante ese fin de semana, un gran trabajo. Así, la Köpi se queda como estaba hasta ahora, en el sentido de que de ninguna manera se ha comercializado, ni ha tenido que cambiar su política, y parece que está a salvo en los próximos años, si no hay ninguna trampa detrás de la negociación. Porque sabemos que aunque el tipo parece que juega limpio, nunca se sabe cuál es su verdadera cara. Pero el papel está ahí y la Köpi tiene un abogado ligado a la izquierda de base que participó en esta negociación y firmó ese contrato, así que digamos que por ahora la situación de la casa tiene buena pinta.

D.: El acuerdo tiene mucha importancia también porque muchas personas y colectivos usan la Köpi como referente...

V.: Unas 40 personas viven en la casa en las cuatro plantas, unas 30 en el Wagen-side, y más de cien participan en los distintos proyectos, todos sin ánimo de lucro. Una sala de conciertos, otra de cine, un bar, un proyecto de serigrafía, un gimnasio, un centro de medios alternativos donde se ubica el proyecto de nuestra revista (Abolishing the borders from below), un grupo de vídeo, además de recintos festivos, tecno-room, espacios de ocio, jardín... Todos gestionados por diferentes colectivos de dentro de la casa y por supuesto abierto a grupos de fuera. Me sorprendería que hubiera algún colectivo de Berlín que nunca haya usado este espacio. O si lo hay, tarde o temprano lo usará. Y esto es muy importante porque hay variedad, se reúnen desde grupos antifascistas a grupos feministas, queer, proyectos culturales, etc.

D.: Teniendo en cuenta el movimiento de okupaciones que hubo en los años ‘70, ‘80 y principios de los ‘90, ¿crees que el tema de negociación por parte de los centros okupados ha sido positivo? ¿Cuál es la discusión?

V.: La pregunta es compleja, hay que tener en cuenta varias cosas. A principios de los ‘90 había unas 120 casas okupadas, principalmente en el este de la ciudad, y muchas otras ‘legalizadas’ en el oeste con anterioridad. Si todas hubieran tenido una vía política única, como por ejemplo ‘cero negociación’, tal vez hubieran creado una perspectiva de radicalizar el movimiento y salvar las casas okupadas. Y si la opción fuera la contraria, tal vez se hubieran salvado aún más casas que las actuales.

Siempre hubo esta discusión en torno al tema, incluso ahora, que hay unas cuantas casas que están en el límite de lo legal, como la Köpi. En términos históricos del movimiento alternativo anticapitalista, se apostó por la negociación, porque muchas casas se salvaron, y también muchos proyectos independientes... Por otro lado, el movimiento se dividió y perdió mucho de su ímpetu. En la Köpi alguna gente opinaba que lo importante era salvar la casa, a cualquier precio. Otra matizaba: “Vale, para salvar la casa habrá que aceptar algunos compromisos en la negociación, pero no al precio de comercializar el espacio”. Y gente que apoya el centro social decían: “Vale, el movimiento anticapitalista, autónomo, anarquista, se está volviendo más débil, entonces si estamos esperando el momento para cambiar la situación, crecer, atraer a gente, etcétera, ¿qué mejor momento que este?”, porque es un tema que une a todos. Si miras nuestra web, y los colectivos que han mostrado su solidaridad, es una lista que no acaba. Todos diciendo: “Por la Köpi lo que sea”

Fuente: Diagonal

Noticias relacionadas de interés:

::Web de Köpi
::Solidaridad con la Köpi (historia, situación actual y convocatorias). Alasbarricadas.org

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