Conferencia Internacional de la Resistencia Política Iraquí: Gijón, 18 al 20 de junio

18 de junio de 2010.

“Ante este panorama, el proyecto de recuperación de la soberanía de Iraq va inexorablemente ligado al de la reconstrucción democrática e integradora de sus instituciones. La ocupación militar no puede dar paso a un régimen tutelado o a la fractura del país en áreas de influencia de los gobiernos vecinos que facilite el expolio impune de sus riquezas y de su futuro. El pueblo iraquí quiere recuperar plenamente su soberanía y la mejor herencia de su pasado, aquélla que se encarnaba en una sociedad integrada y dinámica, resuelta pese a la adversidad de su Historia reciente. Este es el proyecto que la resistencia iraquí encarna y desea materializar, y que el encuentro de Gijón pretende favorecer en un clima de confianza y libertad.”

Conferencia Internacional de la Resistencia Política Iraquí: Gijón, 18 al 20 de junio

La Campaña Estatal contra la Ocupación y por la Soberanía de Iraq (CEOSI) convocará el primer encuentro internacional público y unitario de las principales corrientes de la resistencia iraquí, que unen a su proyecto de plena recuperación de la soberanía de Iraq el de una reconstrucción integradora, democrática y no sectaria de sus instituciones. Este encuentro, que tiene como objetivos animar el proceso de convergencia del campo anti-ocupación y favorecer su apertura a la comunidad internacional, se celebrará en Gijón los días 18 al 20 de junio de 2010 bajo el título Conferencia Internacional de la Resistencia Política Iraquí. Esta iniciativa tendrá lugar comenzado el octavo año de ocupación estadounidense de Iraq y se producirá durante la presidencia española de la Unión Europea.

El olvido informativo de Iraq no significa que la situación haya mejorado o que el fin de la ocupación esté cerca. El pueblo iraquí afronta un momento crucial para su futuro inmediato. El 7 de marzo de 2010 deberán celebrarse nuevas elecciones legislativas, cuyo objetivo es dar por concluido el proceso de consolidación del control interno de Iraq con el horizonte de una retirada completa de EEUU en 2011. Como en anteriores convocatorias, el campo anti-ocupación no participará en las elecciones al considerarlas ilegales, si bien no interferirá en la participación popular en las mismas.

Los ocupantes han sometido a Iraq a la vieja lógica colonial de fragmentación social. La ocupación, en lugar de llevar la democracia política a Iraq, como proclamaron en 2003 los invasores, ha aupado al poder formal a personajes y organizaciones sectarios, vinculados con los propios ocupantes o con países de la zona, sin legitimidad alguna y cuyo juego no es el de representar y defender a una u otra comunidad iraquí, sino el servir a amos exteriores mientras se lucran impunemente. Las elecciones del día 7 de marzo agudizan esta dinámica fallida y antes que permitir la expresión democrática del pueblo iraquí reflejan la pugna por el control de Iraq entre EEUU e Irán. Por ello, dentro del campo colaboracionista se están desarrollando los más enconados enfrentamientos. Según la opinión general en las calles de Iraq, los atentados masivos cometidos desde el pasado verano en Bagdad y en otras ciudades son el resultado (por implicación directa o por pasividad de los cuerpos y servicios de seguridad) de una despiadada lucha entre los grupos sectarios, los cuales dirimen sus diferencias políticas a costa de la vida de cientos de iraquíes inocentes.

Según estimaciones de prestigiosas instituciones internacionales, el sometimiento del país ha podido costar hasta un millón de muertos; según Naciones Unidas, durante 2005 y 2006 los escuadrones de la muerte, vinculados con las nuevas autoridades iraquíes y, por ende, directa o indirectamente, con las fuerzas de ocupación, asesinaron hasta cien iraquíes al día. Oficialmente, EEUU o las nuevas autoridades iraquíes mantienen a 40.000 detenidos iraquíes. El terror y la represión han generado, además, el mayor éxodo de la Historia reciente: según Naciones Unidas, desde el inicio de la ocupación casi cinco millones de iraquíes se han convertido en desplazados internos o en refugiados en el exterior. Iraq es el país del mundo con mayor número de personas que han tenido que abandonar sus hogares, el 16% de su población, lo que supone, asimismo, el porcentaje mundial más alto. Para estos iraquíes, el retorno a sus hogares es inviable.

En el interior del país, las elecciones no generan ninguna esperanza de mejora en una situación cotidiana que no ha dejado de deteriorase día tras día desde 2003. Iraq, uno de los países más ricos del planeta, antaño con grandes capas medias de profesionales, mantiene hoy indicadores ínfimos en educación, sanidad, abastecimiento de agua potable o luz, en el respeto a los derechos humanos y sociales. Iraq es el cuarto país más corrupto del mundo: nadie sabe a dónde van a parar los ingresos por la venta de petróleo, un sector estratégico que paulatinamente se está privatizando. Y es que la clase política iraquí, impuesta por los ocupantes, conforma una nueva oligarquía que legitima su latrocinio y el desmantelamiento de las instituciones públicas con una legislación regresiva, que anula el concepto de ciudadanía y somete la vida de los hombres y mujeres de Iraq a la arbitrariedad y la indefensión.

Plena soberanía y reconstrucción democrática

Ante este panorama, el proyecto de recuperación de la soberanía de Iraq va inexorablemente ligado al de la reconstrucción democrática e integradora de sus instituciones. La ocupación militar no puede dar paso a un régimen tutelado o a la fractura del país en áreas de influencia de los gobiernos vecinos que facilite el expolio impune de sus riquezas y de su futuro. El pueblo iraquí quiere recuperar plenamente su soberanía y la mejor herencia de su pasado, aquélla que se encarnaba en una sociedad integrada y dinámica, resuelta pese a la adversidad de su Historia reciente. Este es el proyecto que la resistencia iraquí encarna y desea materializar, y que el encuentro de Gijón pretende favorecer en un clima de confianza y libertad.

Las corrientes democráticas anti-ocupación están convergiendo lenta pero inexorablemente. Desde que en 2007 se crearan los cuatro Frentes en torno a los que se aglutinaron la mayoría de los grupos combatientes, la coordinación entre ellos ha avanzado, si bien sin materializarse aún en su plena unificación militar. Tras el cierre de una primera fase de confrontación militar con los ocupantes, los referentes políticos y civiles de la resistencia mantienen un diálogo sobre un programa y una estrategia comunes, respecto a la necesidad de ofrecer una interlocución unitaria tanto en Iraq como en el exterior, un objetivo esencial para el futuro de Iraq, con el fin de lograr una solución democrática e integradora a la crisis que la ocupación ha creado.

Este es el ánimo del encuentro de Gijón, una cita a la que están ya comprometidos máximos representantes de las principales instancias políticas iraquíes anti-ocupación: la plataforma Frente Patriótico Nacionalista e Islámico (órgano político del Frente Yihad y Liberación), la Asociación de Ulemas Musulmanes (cuyo secretario general, el jeque Harez al-Dari, ha sido designado como representante político por las facciones militares del Frente Yihad y Cambio), el Consejo Político de la Resistencia Iraquí (instancia política de la tercera plataforma militar, el Frente Yihad y Reforma) y, finalmente, el Congreso Fundacional Nacional Iraquí (un plataforma de más de 20 asociaciones civiles y partidos políticos), además de líderes kurdos, intelectuales de sucesivos exilios, activistas civiles y representantes comunitarios, hombres pero también mujeres que recordarán el papel esencial de este colectivo en la historia contemporánea de Iraq: Judeir al-Murshidi, secretario general del Frente Patriótico Nacionalista e Islámico de Iraq; jeque Bashar Mohamed al-Faidi, portavoz y miembro del comité ejecutivo de la Asociación de Ulemas Musulmanes; jeque Ali al-Yuburi, secretario general del Consejo Político de la Resistencia Iraquí; ayatolá Yawad al-Jalesi, secretario general del Congreso Fundacional Nacional Iraquí; Haifa Zangana, escritora, residente en Reino Unido; Jeque Ahmed al-Ganim, secretario general del Consejo de Tribus del Sur de Iraq; Arshad Zibari, secretario general del Partido de Justicia kurdo; Yusef Hamdan, dirigente del partido comunista Unión por el Pueblo; Asma al-Haidari, activista y relatora de Derechos Humanos; y Isam al-Chalabi, experto en petróleo, ex ministro iraquí del Petróleo (1987-1990).

El encuentro se organiza con la colaboración del Centro Independiente de Estudios de Damasco, cuyo director, Jaled al-Maani, estará presente. Al encuentro también acudirán personalidades y representantes de organizaciones de EEUU, Europa y del mundo árabe, como Hans Von Sponeck y Ramsey Clark, en lo que supondrá una magnífica oportunidad para recuperar o construir vínculos con las organizaciones iraquíes. En el contexto de la presidencia española de la UE, se aprovechará la visita de estos destacados dirigentes políticos y sociales iraquíes para proponer una interlocución directa con las autoridades españolas, y con los grupos políticos del Estado español y europeos, entre otros ámbitos.

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