Artículo: Se va enredando, se va enredando...

18 de febrero de 1998.

Comercio justo y consumo responsable son actividades cada vez más popularizadas por los macromedios de comunicación de masas, que muchas veces las consideran noticiosas por extravagantes, e incluso por folclóricas o anecdóticas. Más allá de esta simplista mediatización, la realidad comienza a ser muy distinta. Para decenas de organizaciones sociales en todo el mundo suponen un importante ámbito de trabajo por el desarrollo efectivo de la justicia social y por el avance en el respeto a los derechos humanos, precisamente en el seno de los grupos más desfavorecidos y/o castigados, tanto en el "desarrollado" Norte como en el "subdesarrollado" Sur.

En los últimos años, se han ido estructurando "redes" de organizaciones sociales, cada vez vas amplias y complejas, preocupadas o interesadas por trabajar en estos temas. A través de estas "redes" de grupos e individu@s pretenden hacer más fluida la difusión y recepción de sus informaciones, optimizar los generalmente escasos recursos para las importación o compra de productos, y ampliar el alcance de sus campañas de sensibilización dirigidas al conjunto de la sociedad.

En este sentido, es un claro ejemplo en Cataluña el desarrollo de la Xarxa de Consum Solidari que agrupa a cerca de cien organizaciones sociales que trabajan en distintos campos (ecología, antirracismo, solidaridad, etc.). Durante los dos últimos años han conseguido estructurar una red (xarxa) de distribución de productos (comenzaron con los cafés de Cuba y Nicaragua), de difusión de información de actividades conjuntas (el Butlletí), de discusión de criterios de comercio justo y consumo solidario... en definitiva, una red que propicia la coordinación entre grupos interesados en trabajar en los mismos temas y que limita la dispersión de recursos y de esfuerzos innecesarios por repetitivos.

Otro ejemplo más reciente es la puesta en marcha de las denominadas "unidades de consumo" en Madrid. Aunque son aún prácticamente experimentales suponen otro modelo de trabajo coordinado en el área de comercio justo. Cada unidad consta de un grupo de personas, generalmente asociadas o próximas a distintas organizaciones y movimientos sociales, que se comprometen semanalmente a comprar directamente productos naturales o de fabricación artesana, directamente a sus productor@s castellanos, evitando especuladores y repercutiendo el beneficio de la venta sobre l@s propi@s productor@s.Por su parte, ést@s garantizan el transporte y la calidad de su producción.

Estas son algunas formas de trabajo en comercio justo y consumo responsable que están funcionando en la actualidad en el estado español. Tanto en una como en otra, se hace evidente la necesidad de coordinación entre grupos y/o personas para llevarlas a cabo. En ambas, es necesaria la difusión de actividades para facilitar su expansión. Las dos necesitan mejorar sus comunicaciones internas y externas.

En este sentido, las denominadas "autopistas de la información", la cada vez más popular Internet, ofrece importantes posibilidades que sin duda podrían facilitar la coordinación entre las distintas organizaciones y/o personas, abaratar sus costes en comunicaciones al reducirse las llamadas internacionales e interurbanas y facilitar la difusión y alimentación de sus informaciones.

Es muy importante que las distintas organizaciones sociales que utilizan ya herramientas de Internet para sus comunicaciones (páginas web, correo electrónico, grupos de noticias...) o las que piensen utilizarlas, conozcan el trasfondo que existe en el desarrollo actual de Internet. No importa que se dediquen a temas de comercio justo, a temas de medio ambiente, a temas de mujer, a temas de derechos humanos..... En cualquier caso, deben ser conscientes que Internet no ha sido concebida para ell@s como organizaciones o miembros de éstas, ni mucho menos. Simplemente utilizan (y pagan, no hay que olvidarlo) unas aplicaciones que les resultan útiles para su trabajo asociativo y como tal se debería ver la red Internet: con la misma distancia y agradecimiento que uno puede sentir al observar un bolígrafo o un martillo, que por cierto son más imprescindibles que un ordenador.

Internet es sólo una herramienta que utilizamos para conseguir una finalidad externa y ajena a la propia filosofía de la Red . En el caso que tratamos, este objetivo debería dirigirse esencialmente a la coordinación y a mejorar la mútua cooperación entre organizaciones, particularmente las que trabajan en comercio justo y consumo responsable. Dado que eso, el comercio (aunque no precisamente justo), es el "leit-motiv" principal del desarrollo de Internet se deben hacer algunas consideraciones.

"Superado" su origen militar, y saltando a los ámbitos universitarios después, Internet está siendo popularizada en la actualidad para expandir mercados, publicitar productos y ahorrar gastos en las transacciones comerciales en todo el mundo. Esta es la verdadera intencionalidad que tiene su rápida extensión y no otros disfraces más o menos filantrópicos. Asimismo, en términos de desigualdades sociales Sur-Norte, precisamente, es mucho más accesible Internet para los millones de potenciales "consumidor@s-usuari@s" del Norte (y los de Norte dentro del Sur), que para los millones de "productores del Sur" (y los del Sur dentro de nuestro Norte).

Las organizaciones de comercio justo y consumo responsable, como otras que se dedican a otras tareas, deben aprovechar todos los espacios posibles (incluido Internet) para distribuir y dar a conocer sus productos.Ante el bloqueo desinformativo que sufren no pueden renunciar a ningún ámbito de difusión. Sin embargo, sería bastante paradójico que estas organizaciones consideraran como finalidad principal en su acceso a Internet el instalar su "chiringuito" en forma de página web. No se trata de comerciar o hacer "negocios" de comercio justo (que mal suena) a través de la elitista Internet, si no de utilizar nuevas formas de comunicación y de difusión de información para poder llegar a más organizaciones y/o personas, además de mejorar las posibles coordinaciones entre éstas.

Internet es elitista, muy elitista. No todo el mundo tiene un ordenador en su casa o puede mantener el coste de la línea telefónica. Sin embargo, las organizaciones, en cuanto a que agrupan a varias personas, normalmente sí que pueden costeárselo. No sólo para que la información a la que tengan acceso a través de Internet quede dentro de la propia asociación, si no para poder difundir más y mejor información hacia el exterior de la propia organización a través de Internet o a través de los medios que no por tradicionales son menos importantes si no todo lo contrario: los folletos, los carteles, los boletines, etc. que seguramente lleguen más fácil a tod@s aquell@s que no poseen un ordenador con conexión a Internet.

Desde Nodo50, el servidor que la ONGD Sodepaz promovió y mantiene desde hace algunos años, os animamos a perder el miedo y utilizar las herramientas de Internet en vuestro trabajo asociativo Lo mejor es señalar algunos ejemplos para ilustrar cómo os pueden ser útiles.

A través del correo electrónico es posible un contacto mucho más rápido que el correo ordinario. Además, es mucho más barato que un fax o las llamadas telefónicas usuales: se puede contactar con personas o asociaciones de otros países e incluso entre las distintas poblaciones del estado español al precio de una llamada local.

La economía y la rapidez son dos ventajas fundamentales para las asociaciones, sin embargo hay otras herramientas que hacen también interesantes a estas "autopistas". En los grupos de noticias, que no son más que tablones de anuncios, se puede recibir y aportar información. Incluso, en los grupos de noticias privados se pueden discutir temas entre distintas asociaciones facilitando la coordinación entre éstas y evitando reuniones y desplazamientos muchas veces costosos (aunque también es indispensable que la gente se vea las caras de vez en cuando). Por otro lado, la publicación en páginas web de boletines, campañas, actividades, etc. son un importante escaparate para dar a conocer la propia asociación y conocer a otras pudiendo comunicarse fácilmente entre ellas a través de las direcciones de correo electónico que normalmente aparecen en las mismas páginas web..

Estos son los usos más corrientes. En cuanto a la actividad de comercio justo y consumo responsable se refiere, Sodepaz, dentro del proyecto Epitelio, a lo largo de 1998 va a difundir, desarrollar y probar nuevas herramientas especialmente adaptadas a esta tarea. De esta forma, las organizaciones de comercio justo podrán difundir sus productos y recibir pedidos a través de Internet, publicarán directamente sus artículos a través de una revista electrónica ó fácilmente difundirán sus convocatorias y campañas a través de una agenda electrónica.

En definitiva, podemos utilizar esta cibernética, impersonal y mercantilista red para crear nuestras propias Redes organizativas, mucho más humanas, interesantes y enriquecedoras. Animaos a participar y a consolidarlas.


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