Los invisibles. Memoria, literatura y revolución
Cebolla
26 de diciembre de 2008.
y así también dentro del movimiento en sustancia los tipos
como Cebolla servían eran un policía interno desempeñaban
una función tal vez desagradable pero considerada útil
Cebolla y los tipos como él jamás participaron en el debate
interior del movimiento en las reuniones en las asambleas
estaban casi siempre callados interesados sólo en aquello
donde intervenía la violencia vivieron simplemente la fase de
aceleración del enfrentamiento en términos mecánicos y únicamente
militares de escalada del enfrentamiento y de práctica de la violencia contra el Estado como antes había sido contra
los fascistas siempre estuvieron fuera de las luchas en las
fábricas en el territorio y poco a poco empezaron a imitar
comportamientos e ideales clandestinos la práctica de la pistolita
oculta en el sótano etcétera
Nanni Balestrini
Luego de repente una imagen fija confusa que no conseguía descifrar
completamente no era una foto porque tenía un movimiento
apenas perceptible en el encuadre se veía la luz intensa
de un foco debía de ser una filmación nocturna algo filmado
muy de cerca tan de cerca que no se conseguía distinguir nada
preciso no había ningún comentario sólo aquella imagen silenciosa
y confusa sólo oía el restregar de los dedos de Quina que
liaba un porro luego el objetivo de la telecámara hizo zoom
hacia atrás y enfocó una cabeza la cabeza de un hombre la cabeza
estaba apoyada sobre una mancha una gran mancha roja y
había un reguero rojo que salía de una oreja y descendía por la
mejilla hasta el cuello blanco de la camisa
la telecámara siguió haciendo zoom hacia atrás y mostró el cuerpo
del carabinero caído delante de un surtidor amarillo de una
gasolinera al lado del cuerpo se veía una pistola no sé si era la
suya o la que le había matado subí el volumen de la tele que
había bajado el presentador decía que habían esperado al carabinero
al pie de su casa y le habían matado de dos disparos del
calibre nueve en la cabeza el homicidio todavía no había sido
reivindicado luego hubo un resumen de las fuerzas del orden
caídas desde el comienzo del año imágenes de carabineros y
policías muertos en el suelo o detrás de las ventanillas de los
coches una larga lista de nombres y de fechas
las imágenes de los caídos iban mezcladas con otras imágenes
la tele comentaba fotos policiales de fugitivos escenas de
arrestos de terroristas de tiroteos con terroristas de muertes
de terroristas escenas de procesos con los terroristas dentro
de las jaulas alineados con el puño en alto y las caras amenazadoras
el tono del comentario era el de un parte de guerra
Quina que mientras tanto había encendido el porro me lo
pasó cogió el mando a distancia y quitó la voz se veían todavía
dos carabineros en uniforme de gala jóvenes en posición
de firmes y sacando el pecho que sostenían una gigantesca
corona de flores cruzada por una gran cinta violeta con una
inscripción en grandes caracteres dorados El Gobierno luego
Quina cambió de canal comenzó a pasar de un canal a otro
adelante y atrás
en aquel periodo yo acababa de dejar de trabajar en la fábrica
de colorantes Quina y yo ya no teníamos una casa fija donde
estar íbamos de un lado a otro unos días aquí otros allá en casa
de los compañeros que podían albergarnos no éramos los únicos
que vivíamos así al contrario entonces en aquel periodo
estábamos prácticamente todos obligados a hacer de nómadas
por culpa del pesado clima que había había detenciones en
cadena y registros casi todos los días practicados también así al
azar de la gente más diversa del movimiento de todos los que
en cierto modo eran compañeros o tenían que ver con los
compañeros así que se había hecho una costumbre no permanecer
nunca durante mucho tiempo en el mismo sitio
procurábamos dormir por las noches en casas de compañeros
considerados menos conocidos menos expuestos o mejor
aún en casas de amigos que no tenían nada que ver o en
casas de amigos de los amigos las manifestaciones y las fiestas
callejeras hacía mucho que habían terminado el movimiento
era como un enorme fantasma ausente replegado
sobre sí mismo agazapado en sus ghettos
la escena estaba ocupada ahora por la monótona y continua repetición de acciones armadas clandestinas reivindicadas por docenas de
siglas de organizaciones combatientes que se hacían la competencia
la vida del movimiento había terminado pero para
los compañeros no había terminado no es que pudieran quedarse
a un lado y decir esperemos veamos cómo van las cosas
porque para la represión todos estaban implicados no se
hacían demasiadas distincionesy así estábamos allí aquella noche Quina y yo en aquella cama
desconocida cubierta de diarios de revistas de ropa fumando
un porro y mirando la tele que habitualmente no mirábamos
y fuera se oían de vez en cuando las sirenas de la policía que
pasaban nadie salía ya de noche incluso nos reuníamos sólo de
día y al ir por la calle íbamos con cuidado cuando nos encontrábamos
con compañeros y además estaba la historia de
Cebolla y de sus amigos que nos preocupaba nos preocupaba
por ellos y nos preocupaba también por las consecuencias que
podía tener sobre nosotros me acuerdo de que lo hablamos
también aquella noche mientras Quina iba pasando de un
canal a otro de la tele con el mando a distancia
antes Cebolla había sido la clásica figura del servicio de orden
aquel que en ocasión de los enfrentamientos con los fascistas
se había distinguido como personaje extremadamente decidido
muy violento muy agresivo Cebolla siempre había estado
metido en todos los enfrentamientos se había enfrentado con
los fascistas incluso solo y de este modo poco a poco se había
construido un mito porque allí en aquel pueblo la presencia
de los fascistas había sido considerable y tanto allí como en
otras partes no permitían pasearse por el centro con una indumentaria
que entonces era etiquetada de izquierdas llevar en
la mano un diario de izquierdas entonces los fascistas provocaban
y pegaban a la gente reconocida de izquierdas o sólo
sospechosa de ser de izquierdasdespués el movimiento consiguió conquistar la hegemonía gracias
a tipos como Cebolla pero antes eran los fascistas los que
dominaban y la policía y la magistratura protegían a los fascistas
y dentro de esto Cebolla y otros como él la corporación digamos
militar del movimiento construyeron su prestigio en virtud de
una necesidad que era reconocida por toda la izquierda la contraposición
física al fascismo era una función reconocida como
legítima y necesaria y sobre este papel de militante antifascista
activo Cebolla pudo construir su prestigio que después en el
futuro le puso al amparo de las sospechas cuando comenzó a
desempeñar el papel de confidente de los carabineros
Cebolla mostraba siempre una actitud de competitividad física
contra todo y todos incluso con los compañeros en parte porque
probablemente sentía que no podía competir en otros terrenos
por lo que él agredía siempre incluso con el pretexto de gastar
bromas pero era siempre una broma pesada desagradable eso sí
desagradable y aquellos a los que no conseguía implicar en este
mecanismo de competición física eran aquellos hacia los cuales
tenía una actitud de sumisión un poco viscosa y forzada sustancialmente
reproducía dentro del movimiento los mismos grados
de violencia que expresaba hacia el enemigo se sentía siempre en
guerra contra todo y todos y en todos veía enemigos contra los
cuales descargar su violencia y pegaba a un compañero exactamente
igual que pegaba a un fascista
y así también dentro del movimiento en sustancia los tipos
como Cebolla servían eran un policía interno desempeñaban
una función tal vez desagradable pero considerada útil
Cebolla y los tipos como él jamás participaron en el debate
interior del movimiento en las reuniones en las asambleas
estaban casi siempre callados interesados sólo en aquello
donde intervenía la violencia vivieron simplemente la fase de
aceleración del enfrentamiento en términos mecánicos y únicamente
militares de escalada del enfrentamiento y de práctica de la violencia contra el Estado como antes había sido contra
los fascistas siempre estuvieron fuera de las luchas en las
fábricas en el territorio y poco a poco empezaron a imitar
comportamientos e ideales clandestinos la práctica de la pistolita
oculta en el sótano etcétera
luego cuando llegamos a aquella reunión que decidió la ruptura
de nuestro grupo y que contaré después después de aquella reunión
de él y de los que tomaron su camino ya no se supo nada
no los volvimos a ver ya no se supo nada de él de Valeriana de
Membrillo y de Morera a no ser algunas octavillas que reivindicaban
las acciones armadas que realizaron realizaron una serie de
iniciativas armadas hasta ese carabinero pero esto sólo lo supe
después cuando ya estaba dentro no mataron a nadie realizaron
atracos atentados algunos heridos hasta ese carabinero pero
entonces cuando lo vi aquella noche en la tele con Quina no pensamos
ni mínimamente que ellos podían estar implicados
Quina sigue pulsando el mando a distancia ahora en la pantalla
se ve una llanura inmensa el objetivo hace zoom hacia adelante
debe de estar filmando desde un helicóptero y se ve un avestruz
que corre velocísimo sobre la llanura árida y plana corre velocísimo
en línea recta la cabeza inmóvil el cuerpo que se estremece
rítmicamente las piernas no se ven de lo veloces que son de vez
en cuando vuelve la cabeza y acelera cada vez más una sombra
baja y larga le sigue veloz gana terreno el avestruz vuelve la cabeza
la sombra está a pocos metros el avestruz corre ahora en zigzag
gana algunos metros pero al cabo de pocos segundos la sombra
está de nuevo cerquísima el avestruz corre hacia la nada con
todas sus fuerzas la sombra se alza en el aire y el guepardo le cae
encima de un salto forman una única sombra inmóvil el helicóptero
gira sólo el cielo gris y el ruido de las paletas
....
Unos días antes del comienzo del juicio llegaron a la galería también
Morera y Ortiga yo les esperaba ansioso porque llevaba
mucho tiempo sin verles a Morera le habían detenido el mismo
día que a mí pero le habían metido inmediatamente en una
especial aún más al sur y en todo ese tiempo no había vuelto a
tener noticias de él a Ortiga por el contrario le habían detenido
sólo hacía unos meses y había acabado en la misma especial que
Morera yo estaba muy ansioso emocionado de volver a ver a mis
compañeros por la mirilla les vi llegar por el fondo del pasillo
rodeados de guardias Ortiga iba cargado de macutos Morera no
llevaba nada por un instante ni siquiera le reconocí estaba delgadísimo
el pelo corto sin gafas miraba delante de sí sin responder
a los saludos de las celdas
entonces les llamé y Ortiga me oyó inmediatamente me reconoció
aunque no podía verme porque los guardias le estaban
metiendo en una celda un poco alejada de la mía oí la voz de
Ortiga que me llamaba y me decía dónde estás luego aplastando
la cabeza contra la mirilla le vi por un instante en
medio del pasillo que movía un brazo para saludarme mientras
un guardia tiraba de él por el otro brazo yo apenas les
encerraron llamé al sargento y le dije que eran mis coimputados
que estaban allí para mi mismo juicio y escribí inmediatamente
la petición para que pudieran venir a mi celda
donde yo estaba solo el sargento me dijo que la llevaba a la
dirección y que tal vez aquella misma noche se pudiera hacer
el traslado de celda
yo mientras tanto me puse inmediatamente a preparar la cena
para Morera y Ortiga en mi celda no tenía muchas cosas llamé
al llavero para enviarle a las otras celdas para que me dieran
cosas vino sobretodo mientras tanto barrí la celda y fregué
también con un trapo el suelo quité el colchón del catre porque
en mi celda no había mesa sino sólo un pedazo de plancha
rígida pegado a la pared cuando el llavero volvió me trajo tres
botellas de plástico de agua con un cuarto de vino tinto dentro
porque así te lo dan en la compra y poca cosa más y entonces
no sabía qué hacer porque quería preparar una buena cena
para mis amigos
y entonces pensé en hacer un dulce tenía en la celda sobrecitos
para hacer flanes hice dos flanes uno de chocolate y otro de vainilla
calentando la leche en un puchero en el hornillo y luego los
puse a enfriar fuera en la ventana en dos platos de plástico hice
café mojé en él unas galletas secas y luego en un plato extendí
capas de flan y de galletas batí una clara de huevo con azúcar
hasta punto de nieve una crema blanca que puse encima de todo
y coloqué en el camastro una sábana blanca limpia luego desatornillé
el hornillo de gas y atornillé encima un cono de papel
de plata de modo que la llama era como la de una vela
apagué la luz y estaba poniendo la mesa cuando un guardia
abrió la blindada e hizo entrar a Ortiga pero Morera no estaba
y Ortiga me dijo que me lo explicaría después nos abrazamos
y tan pronto como los guardias se fueron me dijo que
Morera estaba mal mal de la cabeza hacía ya bastante tiempo
que no estaba bien ya no soportaba la cárcel en un primer
momento hablaba sólo de evasiones luego comenzó a no hablar
ya con nadie parecía que ya no reconocía a las personas ya no
quería hablar con nadie y luego en la hora de patio empezó a
andar a cuatro patas por el patio gruñendo y haciendo muecas
como un loco balbuceaba que si era un perro le dejarían salir
había preparado para comenzar unos canapés con rajas de
salchichón y un poco de mayonesa empezamos a comer y
Ortiga me contó la historia de Cebolla yo ya había oído
algunos rumores pero no lo había creído me parecía imposible
lo que se decía que Cebolla se había convertido en un
espía un delator que había traicionado a los compañeros
aunque él a mí nunca me había caído simpático pero Ortiga
me contó que ahora todos los compañeros que estaban fuera
tenían la certeza de que Cebolla se había convertido en confidente
de los carabineros que había hecho detener un
mogollón de compañeros todo había comenzado cuando los
carabineros le hicieron un registro y sea porque le encontraron
armas o no se sabe por qué el hecho es que se lo llevaron
al cuartel y durante todo el día permaneció en el cuartel
y luego le soltaron durante la noche
Cebolla había explicado la cosa diciendo a sus compañeros
que los carabineros le habían dado el coñazo durante todo el
día pero que luego le dejaron ir porque no tenían ninguna
prueba los compañeros se lo creyeron estaban incluso contentos
porque no había ocurrido nada grave pero nada de nada
algunos dudaron llegaron a pensar que en aquella ocasión
había comenzado su colaboración con los carabineros Cebolla
estaba al margen de cualquier sospecha todos habrían puesto
la mano en el fuego por él y en cambio cuando los carabineros
le hicieron la propuesta de colaborar él aceptó y le soltaron
y poco después ocurrió la emboscada y la muerte de
Membrillo y luego cuando terminó de denunciar a todos sus
compañeros Cebolla desaparece no se sabe tal vez le dan un
pasaporte dinero y desaparece en el extranjero
respecto a la muerte de Membrillo la confirmación de que el
responsable era Cebolla la tuvo Ortiga directamente por
Valeriana a la que había encontrado poco antes de ser detenido
había encontrado a Valeriana por casualidad delante de una
farmacia hacía mucho que no la veía y casi no la reconoció
había oído decir que estaba colgada pero le causó impresión
cuando vio en qué estado estaba Valeriana se ve que aquel día
estaba con el mono que no encontraba nada para tomar tenía
un aspecto que no puedo ni explicarte me contó Ortiga lloraba
gritaba estaba fuera de la farmacia y gritaba ayudadme
nadie quiere darme la metadona he ido a todas las farmacias de
todos los pueblos nadie quiere darme la metadona estos hijos
de puta de farmacéuticos de mierda me los cargo a todos estoy
mal estoy volviéndome loca
no volví a verla en una semana luego un día me esperó frente a
casa iba vestida como la última vez con el mismo gorro de lana
negra hundido sobre la frente me pidió si podía encontrarle
dinero porque le debía a Avellana un millón Avellana se había
convertido en el camello de la zona esto es otra cosa que supe
por Ortiga Valeriana vendía para él la heroína pero se había gastado
toda la pasta para picarse ella en fin estaba en un lío y ya
no podía dirigirse a nadie tenía deudas en todas partes no paraba
de hablar y decía que quería dejarlo que ahora tomaba la
metadona porque quería dejarlo pero que antes tenía que arreglar
la deuda con Avellana
no tenía tanto miedo de él como de su grupo de amigos que
eran capaces de amargar la vida a los que no pagaban ya la habían
amenazado y Avellana no había intervenido se lavó las manos
y seguramente dejaría hacer a sus amigos fuimos a un bar se
quitó el anorak pero seguía llevando en la cabeza el gorro de lana
negra que parecía pegado a su cabeza los pelos te acuerdas de
qué hermosa cabellera tenía rubia larga ahora le caía sobre los
hombros en mechones apelmazados de un color sucio tenía la
cara sudada y amarillenta los ojos hundidos y rodeados de ojeras
tan hundidos que parecían arrugas hablaba sin parar moviendo
continuamente arriba y abajo las uñas por las rayas de los
pantalones de pana
fue esa vez allí en el bar cuando Valeriana le contó a Ortiga la
historia de la muerte de Membrillo se habían dado cita en aquel
apartamento donde habíamos tenido la famosa reunión
Membrillo había dicho a Valeriana antes de ir que tenía una cita
con Cebolla pero Cebolla no se presentó a la cita y en cambio se
presentaron los carabineros entraron en el apartamento y dispararon
inmediatamente era evidente que querían vengar al carabinero
que había muerto hacía poco y a partir de ese momento
Cebolla desapareció de la circulación y hubo una serie de detenciones
todos compañeros que habían tenido relaciones con
Cebolla y al final también Ortiga que nunca había tenido nada
que ver con las historias de Cebolla pero probablemente porque
Cebolla le odiaba
habíamos comido la ensalada de arroz frío que había preparado
y una lata de sardinas Ortiga me dijo que de Quina nadie sabía
nada hacia un tiempo que había desaparecido completamente
volatilizada él la había visto por última vez en la sede cuando
estaban haciendo las pruebas de la radio yo prefería no hablar de
Quina comimos el pastel que era asqueroso luego Ortiga sonrió
y sacó del bolsillito de los jeans una piedrecita de chocolate la
miró a contraluz y me dijo si supieras las historias que he tenido
que montar para traerla hasta aquí nos sentamos sobre el colchón
y nos liamos un porro el chocolate era buenísimo y los dos
nos echamos a reír Ortiga reía cada vez más fuerte reía como un
loco le saltaron las lágrimas
mañana tenemos el juicio te das cuenta mañana nos llevan allí y
nos hacen un juicio guapo yo no tengo la más mínima idea pero
tú tienes una idea de qué les diremos dejó de reír aunque parecía
que seguía riendo pero en la cara tenía una mueca yo dije da
igual lo mismo nos echarán un mogollón de años a todos digamos
o no digamos lo que sea la llama de la vela del hornillo bajaba
lentamente la bombona de gas del hornillo estaba acabándose
hasta que se apagó del todo yo ya casi no veía a Ortiga allí a
oscuras le dije a veces me pregunto ahora que todo ha terminado
me pregunto qué ha significado toda esa historia nuestra
todo lo que hemos hecho qué hemos conseguido con todo lo
que hemos hecho él dijo no creo que sea importante que todo
haya terminado pero creo que lo importante es que hemos
hecho lo que hemos hecho y que creemos que ha sido justo
hacerlo eso es la única cosa importante creo yo
Ortiga me pasó el porro para la última calada y le pregunté por
la radio cómo había funcionado la radio Ortiga se echó a reír de
nuevo la radio estaba completamente a punto teníamos todo el
material teníamos la frecuencia teníamos también el teléfono
hicimos todas las pruebas con la voz de Quina uno dos tres
prueba reía sólo conseguimos decir uno dos tres prueba estaba
todo allí a punto bastaba apretar un botón y hablar pero ya no
teníamos nada que decir a la sede ya no iba nadie cada día ocurría
un nuevo desastre uno que detenían uno que enloquecía
uno que desaparecía otro que se suicidaba todos desaparecieron
ya no había nada que decir y así todo quedó allí cubriéndose de
polvo el radiotransmisor la placa el estéreo el amplificador el
micrófono y la voz de Quina
::Fuente: Los Invisibles
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- Los Invisibles. Nanni Balestrini. Ed Traficantes de Sueños (PDF - 4.2 MB)