Por Graciela Atencio

El asesinato de la bebé, Miriam, de 16 meses ocurrido en Fiñana, Almería, es un feminicidio infantil y un crimen machista.

Según la clasificación de tipos de feminicidio utilizada en nuestra base de datos, el feminicidio infantil es el “asesinato de una niña hasta los 14 años de edad cometido por un hombre en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder que le otorga su situación adulta sobre la minoría de edad de la niña”.

Todos los feminicidios son crímenes machistas y que formen parte de una tipología determinada generalmente tiene que ver con el motivo del victimario para cometer el asesinato, la relación del victimario con la víctima y en algunos casos (como en este la edad de la niña) con una característica particular de la víctima. Si se confirma que Jonathan Moya González mató a la niña es por la relación que tenía con la madre de esta y aunque desconozcamos el motivo con precisión, el crimen fue ejecutado para perpetrar una venganza o un daño aleccionador irremediable contra la mujer con la que había tenido o tenía un vínculo afectivo o sexual -aunque fuese fugaz-.

Decíamos en nuestro informe-reportaje Los hombres que no amaban a sus hijos e hijas, que en las sociedades patriarcales es frecuente que el terrorismo machista se extienda a un ámbito más amplio de ejecución que el de los crímenes de la pareja y que algunas de las víctimas sean niños, niñas y otros familiares además de la mujer asesinada. En realidad la violencia patriarcal, la que ejercen mayoritariamente los hombres, es una expresión más de la masculinidad -en su extremo abyecto-, una especie de integrismo que justifica la violación de las leyes y de un orden social pacífico y civilizado. No es posible disociar de este joven en cuestión, Jonathan, el que sea un estafador, un delincuente violento, un maltrador de mujeres y finalmente un asesino. La violencia de género es una manifestación más de la violencia patriarcal y se la entiende mejor cuando se la observa y analiza desde una perspectiva holística y global.

Es por eso que en Feminicidio.net contamos a todas las mujeres asesinadas por violencia de género y también a las otras víctimas asociadas. Nos resistimos a minimizar la violencia patriarcal y sus efectos devastadores para toda la sociedad, hombres y mujeres. Nos resistimos a que las instituciones minimicen o reduzcan el problema al ámbito de lo privado: la violencia de género es un problema social grave que requiere su tratamiento como una cuestión de Estado. Y también reprobamos la manera de informar de los grandes medios de comunicación: ninguno ha tratado hasta ahora este caso como violencia de género.

En los últimos tres años 21 niños y niñas fueron víctimas de la violencia machista. Ninguno de ellos forma parte de las cifras oficiales del Estado español. ¿Será también parte de la ceguera social ante la violencia de género?

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