Salvadora
1ro de agosto de 2018.
Salvadora Medina Onrubia, desde la cárcel escribe al presidente Uriburu
“Señor Presidente, no autorizo el piadoso pedido. Magnanimidad implica perdón de una falta. Y yo, ni recuerdo faltas ni necesito magnanimidades. General, yo sé sufrir. Sé sufrir con serenidad y con inteligencia. Y desde ya lo autorizo a que se ensañe conmigo si eso le hace sentirse más General y más Presidente. Soy en mi carne, la Argentina misma. En este innoble rincón donde su fantasía conspiradora me ha encerrado, me siento más grande y más fuerte que usted, que desde el sillón donde los grandes hombres gestaron la Nación, dedica sus heroicas energías de militar argentino a denigrar e infamar una mujer ante los ojos de sus hijos. Gral. Uriburu: guárdese sus magnanimidades junto a sus iras y sienta cómo, desde este rincón de miseria, le cruzo la cara de un sopapo con todo mi desprecio”.