Laura Bates: «Mientras la misoginia extrema siga siendo rentable para ellos, las redes sociales nunca tomarán medidas»

7 de marzo de 2023. Fuente: La Marea

«¡La Rebelión Incel’ ya ha comenzado!», gritaba Alek Minassian mientras arrollaba a decenas de personas con su furgoneta en el año 2018 en Toronto. Mató a diez personas con Elliot Rodger como inspiración, otro atacante que cometió una masacre en 2014 en California. «La gente que se cruza con los incels por la calle no suele saber ni que existen», advierte la investigadora Laura Bates (Oxford, 1986). Los incels – que significa célibes involuntarios– son la comunidad más violenta de la machoesfera. Se dedican a captar y radicalizar chicos e inocular en ellos el odio hacía las mujeres, a quienes culpan sus frustraciones.

Por Elisenda Pallarés

«No son lobos solitarios». Son una comunidad organizada y agazapada bajo perfiles falsos en foros y redes sociales que, en los últimos diez años, han agredido o asesinado a más de cien personas. Sin embargo, no se habla de terrorismo cuando saltan a los medios sus actos criminales. «No nos gusta correr el riesgo de ofender a los hombres», sostiene Bates. «La mayoría de los hombres son personas buenas y compasivas que jamás cometerían tales delitos», pero la escritora señala la necesidad de investigar los vínculos entre los individuos que planean y alientan violaciones y asesinatos para sembrar el terror entre la mitad de la población: las mujeres.

Laura Bates, fundadora del proyecto Everyday Sexism Project, y autora de ’Los hombres que odian a las mujeres’. Foto: Clara Molden

Laura Bates, fundadora de Everyday Sexism Project, se ha infiltrado en estas redes de incels durante años para conocer cómo piensan y operan estos misóginos. El resultado de su investigación se publica en Los hombres que odian a las mujeres (Capitán Swing). Su máxima preocupación es el aumento del machismo entre los más jóvenes, que entre bromas y memes que parecen inofensivos, están normalizando sentirse víctimas de la liberación femenina.

Dice que su trabajo en los centros educativos le motivó a escribir este libro. ¿Qué falsas estadísticas escucha en las escuelas?

Visito alrededor de dos escuelas a la semana, lo he estado haciendo durante más de una década, por lo que he trabajado con decenas de miles de niños y adolescentes. En los últimos años ha habido un aumento preocupante en el número de niños que repiten estadísticas falsas y teorías de conspiración de la misoginia online. Por ejemplo, «la brecha salarial de género es un mito», «el Mee too es una cacería de brujas», «las mujeres mienten sobre las violaciones» o «el feminismo ha ido demasiado lejos». Y estadísticas falsas como que «el 90% de las denuncias de violación son falsas» o «los hombres son el 75% de las víctimas de violencia doméstica».

«Decían que esperaban que él la hubiera violado antes de llevar a cabo el tiroteo»

¿Qué es lo peor que ha descubierto o experimentado durante su investigación a los incels?

Los peores momentos eran en los que vi el regocijo enfermizo que sentían por los asesinatos en masa cometidos por hombres jóvenes. Hubo un tiroteo en una escuela en los Estados Unidos y se rumoreaba que el tirador había sido rechazado recientemente por una joven de la escuela. En los foros de incel, algunos miembros decían que esperaban que él la hubiera violado antes de llevar a cabo el tiroteo, para que muriera sabiendo que el hombre que rechazó había estado dentro de ella. En otros casos, compartieron videos de tiroteos masivos y se quejaron de que no había audio, porque querían escuchar a las mujeres gritar mientras morían. Esos fueron los peores días de la investigación. Necesitaba cerrar mi ordenador y llorar.

Hubo otro día en el que inesperadamente me encontré con un foro en el que unos hombres fantaseaban juntos sobre formas de violarme y asesinarme. Mencionaban cosas como usar muebles para causarme lesiones internas. Ese fue también un mal día.

Su ensayo fue publicado por primera vez en el año 2020 en el Reino Unido. En su opinión, ¿el problema está aumentando?

De alguna manera, el problema ahora está más al descubierto y discutido, lo cual es algo bueno. Escribí el libro en parte porque era una forma de extremismo de la que nadie hablaba, eso está empezando a cambiar muy gradualmente.

Sin embargo, el problema está aumentando absolutamente en términos del atractivo y el alcance de los grupos sobre los que escribo en el libro. Por ejemplo, las visitas desde el Reino Unido a las web incels se han multiplicado por más de cinco en los últimos años. Las webs de incels más grandes reciben alrededor de 2,3 millones de visitas al mes. Y la ideología de la supremacía masculina extrema ha recibido un gran impulso en las redes sociales con algoritmos que bombean retórica como la de Andrew Tate para darle más de 11.000 millones de visitas. Actualmente, en el Reino Unido hay más niños que saben quién es Andrew Tate que quién es Rishi Sunak, nuestro primer ministro.

¿Cree que las autoridades están investigando más a estos grupos?

Aparte de algunas solicitudes individuales de ciertas fuerzas policiales y escuelas que me han pedido que imparta formaciones, no he visto ninguna evidencia que sugiera que las autoridades están tomando a estos grupos más en serio o investigándolos más. En España, la Policía Nacional afirma que no tiene constancia de ningún foro tan radicalizado. Esto no significa que no existan, significa que la policía no los está buscando.

En el Reino Unido, después de que Jake Davidson, un hombre que había estado activo en los foros de incel y había hecho videos con la ideología de incel, llevara a cabo el peor tiroteo masivo que habíamos visto en una década, fue idolatrado abiertamente en estos foros donde celebraron el suceso y animaron a otros a hacer lo mismo. No se hizo nada para cerrar estos sitios web o evitar que eso sucediera.

«La extrema derecha/supremacía blanca se basa en una profunda misoginia»

¿Cómo se entrelaza ese mundo de misoginia extrema con el de la extrema derecha o el neonazi?

Hay muchísimas conexiones estrechas entre la supremacía masculina y la extrema derecha. Dentro de la cultura incel, por ejemplo, hay un enorme racismo. Usan una terminología increíblemente ofensiva para las mujeres de color y reservan una furia particular para las mujeres blancas que se acuestan con hombres no blancos.

Muchas figuras de extrema derecha que se hicieron famosas en campañas antifeministas como GamerGate se han convertido en figuras importantes de la derecha alternativa y la extrema derecha. Por ejemplo, tenemos a Milo Yiannopoulos o Mike Cernovich. Y la extrema derecha/supremacía blanca se basa en una profunda misoginia. Por ejemplo, la obsesión con las tasas de natalidad, con obligar a las mujeres blancas a tener una raza ‘superior’, con esterilizar a la fuerza a las mujeres de color, con los hombres blancos como ‘salvadores’ y las mujeres como objetos sexuales. También hay una coincidencia masiva en muchos casos, como el ataque terrorista de Hanau, en Alemania, donde el terrorista era tanto un supremacista blanco como un incel.

Estos grupos se relacionan en Internet. ¿Están las empresas de redes sociales tratando de eliminar estas comunidades?

Las empresas de redes sociales afirmarán que están trabajando arduamente para erradicar estos grupos, especialmente cuando un caso llega a los titulares. Pero la realidad es que están haciendo muy poco para detener la propagación de esta ideología, incluso cuando claramente viola sus supuestas normas comunitarias. No hay transparencia sobre sus políticas y procedimientos de moderación y casos como los miles de millones de visualizaciones de las ideas de Andrew Tate representan una mofa a su afirmación de que se están tomando el problema en serio. Mientras la misoginia extrema siga siendo rentable para ellos, nunca tomarán medidas significativas, a menos que se introduzca una mejor regulación con sanciones reales.


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