Isaac Rosa sobre propiedad intelectual, libros e internet: "Para puertas, el campo"
7 de diciembre de 2009.
“Cerrar una web sin orden judicial es un secuestro gubernativo de un medio de comunicación, reinventa la censura” -Esteban González Pons, vicesecretario de Comunicación del PP-
Sigue el debate sobre PI
La industria teme un aumento de las descargas con los e-books
Los ebooks mataran el libro cómo el MP3 acabó con los CDs
"Un mensaje para el futuro lo dejaría en papel" - Umberto Eco
Mejor que gingko biloba. La lucha contra el copyright sienta bien a la memoria.
El debate sobre las medidas contra la piratería es como un foro de Internet: cualquiera opina, vale todo, y algunos usan mayúsculas para gritar. Les adelanto que no estoy de acuerdo con que una comisión cierre webs sin orden judicial. A partir de ahí, soy todo dudas.
Aclaro que yo también soy autor, y parte de mis ingresos proviene de la explotación de derechos. Ya ven, soy uno de ellos, un caradura que vive del cuento y tiene mansión en Miami. El tema me concierne, pues tras la música pasará lo mismo con los libros, una vez tengamos todos nuestro e-book donde guardar 3.000 títulos que descargaremos en segundos.
Escribo para ser leído, y prefiero lectores que compradores de libros –vivan las bibliotecas. Defiendo la libre difusión cultural. Pero me fastidiaría que alguien sacase beneficio con esa libre difusión cobrando bajo cuerda, colgándola en webs con publicidad, o vendiendo acceso a Internet –que de los operadores no nos acordamos, y se lo llevan crudo. ¿Cuántos mantendrían el ADSL en casa al precio actual si no fuera por las descargas?
Me parece bien que se cuestione la propiedad privada, pero ¿por qué sólo la propiedad intelectual, y no también la propiedad inmobiliaria, o la de los medios de producción? Porque es el eslabón más débil. Por eso los autores se llevan las bofetadas que otros merecen, y son rehenes de quienes levantan la bandera de los derechos de autor para otros fines: la industria cultural para mantener el negocio, y los gobiernos para controlar la red.
Cuando se habla de Internet se usa una expresión deliciosa: “No se puede poner puertas al campo”. ¿Ah, no? ¡Si el campo está lleno de puertas, parcelado y vallado!