Contra la impunidad del fascismo y la complicidad del estado

13 de abril de 2013. Fuente: Familiares amig@s y compañer@s de Yolanda Gonzalez Indignados por el contrato del asesino Hellín con el Mº del Interior

En febrero de 1980 el fascista de Fuerza Nueva Emilio Hellín secuestró y asesinó a la estudiante Yolanda González, en complicidad con las fuerzas de seguridad del estado. Hoy, trabaja contratado para el Ministerio del Interior.

Recopilación de artículos

Concentración sábado 13 de abril a las 12h en Sol.

L@s familiares, amig@s y compañer@s de Yolanda te invitamos a participar en la concentración contra la impunidad del fascismo y la complicidad del Estado que hemos convocado 13 abril a las 12 h. en la Puerta del Sol. Contaremos con la colaboración de la Solfónica y La Comuna.

Nos concentraremos en memoria de Yolanda Gonzalez y de todas las víctimas del fascismo, también por nuestro propio presente, para que no suceda aquí lo que ya sucede en Grecia.


El asesino ’ultra’ que da clases a la Policía Municipal

Luis Enrique Helling Moro se llamaba en los años de la Transición Emilio Hellín y ha pasado a la historia negra de España por asesinar a Yolanda González Martín, una estudiante de 19 años y militante del Partido Socialista de los Trabajadores.

Ahora, está empleado por el Ayuntamiento de Madrid a través del Centro Integral de Formación de Seguridad y Emergencias (Cifse).

Este ultraderechista fue condenado a 43 años de prisión. Cumplió 14, con una fuga incluida de tres años a Paraguay.

El Cifse es una academia para la formación de los profesionales de la seguridad, las emergencias y la movilidad del Ayuntamiento de Madrid. La relación contractual con la Administración local comenzó el 31 de marzo de 2011. Ese año dio en torno a cinco horas de clase; 16 en 2012 y, hasta febrero de este año, cuatro.

Hellín ha cobrado cerca de 80 euros por clase impartida. Casi 2.000 euros en total. Un portavoz del Ayuntamiento de Madrid confirmó que da clases a la Policía Municipal en el Cifse. Concretamente, materias relacionadas con las nuevas tecnologías, de las que es un experto.

En los años 80 era jefe de Seguridad de Fuerza Nueva (FN) del distrito de Arganzuela y se convirtió en líder del Grupo 41 del Batallón Vasco-Español, según ha publicado este periódico.

El 1 de febrero de 1980, siguiendo las órdenes del jefe nacional de Seguridad de FN, David Martínez Loza, se reunió en la academia que tenía con los otros miembros del comando: Ignacio Abad Valavázquez, José Ricardo Prieto Díaz y Félix Pérez Ajero. A la reunión acudieron otros dos ultras, miembros de los Cuerpos y Fuerza de Seguridad. Juntos organizaron el secuestro y el asesinato de Yolanda González Martín.

Tras el crimen, Hellín explicó que fue una venganza por el asesinato de seis guardias civiles en el País Vasco. El ultraderechista y sus secuaces estaban empeñados en que era militante de ETA y que la tenían que matar. No lo era. La joven fue ejecutada de dos tiros en la cabeza en un descampado de Madrid.


Espiado por un asesino al que pagan con dinero público

Pedro Dominguez, espiado por el asesino Emilio Hellín por orden de la alcaldesa de Valverde asistirá a la concentración contra la impunidad del fascismo y la complicidad del estado en homenaje a Yolanda Gonzalez del próximo 13 de abril:

“Voy a Madrid el día 13 sólo con la única intención de honrar la memoria de Yolanda, de sumarme con vosotros a un acto que no es un símbolo de recuerdo –no puede aflorar nada que permanece latente en vuestras vidas desde hace 35 años-, sino un grito de justicia.”

“Sé que vuestro movimiento pide que este individuo no vuelva a trabajar para las administraciones públicas; y en este sentido, yo soy uno de los últimos afectados por sus actuaciones.”

Nos envía su testimonio:
Lo que el jabón no limpia

Soy Pedro Domínguez. Cuando Emilio Hellín asesinó a Yolanda yo tenía ocho años. Conocí al asesino de Yolanda meses antes que a la propia Yolanda. Fue el pasado 16 de noviembre de 2012. Vino a Valverde del Camino, en Huelva, contratado por la alcaldesa para participar en la realización de un informe pericial dentro de un expediente disciplinario que a día de hoy aún tengo abierto. Vino contratado por el propio ayuntamiento en el que trabajo, y según manifestó después la propia alcaldesa, recomendado por la Guardia Civil. Durante las seis horas que duró la prueba, su trato fue distante, pero cordial.

No estaba solo, con él estuvieron cuatro Policías Judiciales –que popularmente conocemos como secretas, y que en un pequeño pueblo como el mío dejan de serlo a los dos meses-. Unos policías que parecían hipnotizados con la sapiencia de ese personaje. Venimos a aprender, me comentó uno de ellos.

A mediados de enero, con el informe de Hellín ya en mis manos, la incredulidad por sus conclusiones me dejaba a cada línea que leía cada vez más perplejo. No entendía cómo, sin aportar ni una prueba científica, este hombre llegaba a las conclusiones que llegaba. O cómo pasaba de ser el investigador de un disco duro para convertirse en un espía que reconocía en el propio informe que había preguntado en mi ambiente y efectivamente, tenía dos hijas, una de ellas se llamaba Paula y le gustaba cantar habaneras.

Estaba perplejo y absorto, indignado, hasta que el 26 de febrero El País me resolvió todas las incógnitas a golpe de titular. El mismo hombre que firmaba mi informe era el ultraderechista que asesinó a Yolanda. Lo hizo por encargo, y no le tembló el pulso, ¿si no le tembló entonces, cómo le iba a temblar con un simple informe? Emilio Hellín es un hombre de encargos, no lo olvidemos nunca. Ninguno tan macabro como el de Yolanda, pero un hombre de encargos. Que ha amasado miles de euros de las administraciones públicas, por encargo. Y el último encargo se lo hizo un ayuntamiento de derechas para apartar de la función pública a un ciudadano de izquierdas, como soy yo. El asesino Hellín no puede seguir ni un minuto más trabajando para administraciones públicas, sean del color que sean.

Me dio la mano cuando se fue de Valverde, y no pasa un solo día en que no me las frote hasta enrojecerlas. Después de conocer lo que le hizo a Yolanda, no hay jabón que lave mis manos, ni agua que enjuague mi rabia.


Carta a Yolanda de los familiares de Guillem

Comunicación de los familiares de Guillem Agulló, asesinado por fascistas el 11 d’abril de 1993.

Con motivo del 20 aniversario de su muerte y conociendo la campaña que desarrollamos l@s familiares amig@s y compañer@s de Yolanda Gonzalez nos han enviado esta comunicación para la concentración contra la impunidad del fascismo y la complicidad del estado del próximo 13 de abril

“Querid@s familiares y amig@s de Yolanda:

Es nuestro deseo haceros llegar esta carta hoy, sábado 13 de abril, el mismo día que recordamos a la vez, vosotros en Madrid y nosotros en Valencia, a Yolanda y a Guillem.

El pasado día 11 se cumplieron 20 años del asesinato del joven antifascista valenciano, igual que Yolanda, a manos de un grupo de ultraderechistas. Hace escasas semanas, leíamos en la prensa la vergonzosa historia del asesino de Yolanda, Emilio Hellín, que además de haber sorteado la justicia, había estado trabajando para los cuerpos policiales, e inevitablemente, sentimos que ambas historias, la de Guillem y la de Yolanda, a pesar de estar separadas por el tiempo y por el espacio, no estaban en realidad tan lejos.

A Guillem también lo mataron joven, con tan solo 18 años, de una puñalada en el corazón. El único condenado por este crimen, Pedro José Cuevas Silvestre, tan solo pasó 4 años en prisión, a pesar de haber sido condenado a 16. Durante el juicio, en 1995, la policía cargó salvajemente contra nosotros, familiares y amigos de la víctima, mientras en la sala se despolitizaba el crimen y se presentaba como una simple pelea entre jóvenes.

Su asesino fue detenido de nuevo en 2005 por pertenecer a una banda neonazi que se dedicaba a la venta de armas y que organizaba cacerías de rojos e inmigrantes, pero no volvió a la cárcel. Más aún, en 2007, se presentó a las elecciones en las listas del partido neonazi Alianza Nacional.

A lo largo de todos estos años, los fascistas no han querido olvidar lo que consideran una victoria, y nos la han repetido hasta la saciedad en forma de llamadas telefónicas a su familia y pintadas a las puertas de su domicilio, en cánticos en sus manifestaciones y hasta en pancartas en campos de fútbol. Nos recuerdan que cualquier día puede haber otro Guillem, porque el precio a pagar no es nada caro.

Pero nosotros nunca quisimos olvidarlo. De hecho, nuestro grito de lucha fue siempre Ni Olvido ni Perdón, y hoy, 20 años después, lo mantenemos. Pero nuestro grito va más allá de Guillem, y se extiende a todas las víctimas del fascismo, y por supuesto, a Yolanda, a quien hemos querido recordar hoy también en Valencia, en el homenaje a Guillem que hemos organizado sus amigos para este triste 20 aniversario.

Sirvan estas palabras como muestra de solidaridad, respeto y aprecio, para todas y todos los que habéis sufrido la violencia fascista, la vergonzosa impunidad y la despreciable indolencia institucional.

Yolanda González, Guillem Agulló, Lucrecia Pérez, Aitor Zabaleta, Carlos Palomino, Miquel Grau… Por todos y todas, por sus amigos y familiares, por dignidad y justicia.. recibid todo nuestro cariño y apoyo desde el País Valenciano para seguir, juntos, en esta lucha contra la impunidad del fascismo. Se lo debemos.

Seguimos adelante.

La lucha continua.

València, 13 de abril de 2013.”


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