Como Altsasu… pero en Linares

16 de febrero de 2021. Fuente: Lo que somos

Las imágenes de la brutal agresión perpetrada en Linares, Jaén, por dos policías nacionales a un hombre y su hija de catorce años en plena calle han corrido por las redes sociales y han hecho viral un suceso que no es un caso aislado, sino más habitual de lo que puede parecer. La cuestión es grabarlo, fotografiarlo y difundirlo.

Por Iñaki Alrui

Los vídeos de la agresión de Linares han indignado a la opinión pública, y por supuesto a la población de Linares, que a estas horas, noche del sábado 13, se congrega rodeando la comisaria de la policía nacional en busca de respuestas (1).

Vivimos en un país en el que una pistola con placa siempre prevalece ante la ley, solo hay que ver la infinidad de juicios donde la declaración policial es la única que se tiene en cuenta en contra de la declaración de cualquier ciudadana o ciudadano de a pie que ose denunciar un abuso de autoridad o que intente defenderse de los falsos testimonios. La justicia avala cualquiera de las acciones de la placa y la pistola.

Uno no puede por menos que comparar este último suceso —ojalá fuera el último— de Linares con el montaje policial y jurídico que ocurrió en Altsasu, donde una pelea de bar acabó siendo tratada como caso de terrorismo, palabra mágica del estado para el “todo es ETA” y para anular la razón de cualquier patrio pensante. En Altsasu fueron unos guardias civiles, bebidos, patosos, los que se chulearon de un@s moz@s, y como en cualquier ocasión similar hablaron los puños… después vino el montaje, los testimonios, el castigo y hasta hoy (2).

En Linares este padre y su hija se han salvado por la grabación, si no estuvieran las imágenes poco tendrían que hacer en un juzgado. Digo lo de «salvado», porque se abre la puerta a encontrar justicia, porque desde el punto de vista físico solo hay que ver las imágenes para comprobar quién y cómo ha dado los golpes, cómo ha acabado este hombre con la cara desfigurada.

Ahora hay gente subiendo vídeos a las redes sociales de otras actuaciones policiales en la zona en las que se observa abuso policial. Es Linares, fue Altasasu y hoy mismo serán en diversos puntos del estado español, desgraciadamente en la mayoría de los casos no tendremos imágenes y no podremos indignarnos. Es rara la semana que no surgen denuncias por abuso policial, ya sea por parte de la policía nacional, autonómica, local o de la benemérita (¿por qué la llaman así?). En la España «democrática» se ha legalizado y normalizado el abuso de funcionarios que supuestamente son fuerzas de ley y orden, con la bendición de la Justicia. Y me repito: NO SON CASOS AISLADOS, son habituales; lo que no tenemos siempre son imágenes, y que alguien tenga el valor de difundirlas.

No sabemos hasta dónde será capaz de llegar el ministro del ramo, Sr. Marlaska, o más bien hasta donde querrá llegar. Conociendo los antecedentes del ministro en su época de juez, negándose a actuar contra la tortura (como ha dictaminado varias veces el Tribunal Europeo de Derechos Humanos respecto a casos llevados por Marlaska), o en la actualidad manteniendo a todo el equipo de la cloaca policial en sus puestos, hay sobrados motivos para dudar que se vayan a buscar depuraciones y responsabilidades.

Son muchos años, el abuso policial esta institucionalizado desde el golpe de estado contra la II República, y aunque se han cambiado uniformes y nombres, viene de lejos. Nunca podrá haber funcionarios de ley y orden sin depuraciones y justicia, y sin legislación acorde con los Derechos Humanos… y la Ley Mordaza ahí sigue (3), no digo más.

El “A por ellos, oe, oe” sigue sonando de Norte a Sur por todo el estado. El problema sigue siendo que muchas personas no se han enterado todavía de que el “ellos” somos nosotras, sin más delito que el de ser.

Duelen los golpes vistos en Linares, y quisiera pensar en que se va a hacer justicia, pero sabiendo cómo funciona la “democracia” española, muy española, las dudas me rebasan. No olvidemos el también consentido corporativismo policial (4), y que nadie descarte que en unos días a este padre de familia, hoy maltratado, mañana le carguen de acusaciones, le saquen a relucir cualquier minucia pasada y con la ayuda inestimable del acorazado mediático, le conviertan en un proscrito.

Uno no puede por menos que comparar este último suceso —ojalá fuera el último— de Linares con el montaje policial y jurídico que ocurrió en Altsasu… y recordar por siempre cómo un puñado de jóvenes terminaron en prisión con penas de hasta trece años (5).

#BastaYa de #AbusoPolicial

Notas:
1.- Detenidos un subinspector y un agente de Policía en Jaén
2.- Nuevos testigos desmontan el «montaje» contra los jóvenes de Altsasu
3.- El Parlamento tiene en su mano corregir actuaciones arbitrarias de las fuerzas de seguridad con la Ley “Mordaza”
4.- El miedo y el corporativismo que dañan la democracia
5.- Un vídeo muestra que los agentes no reconocieron a varios acusados tras la pelea


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