9N: Rabia, asco, emoción, agradecimiento y frialdad

11 de noviembre de 2014. Fuente: Borroka garaia da!

Cuando la dirección de CiU se saltó el pacto alcanzado con los partidos soberanistas catalanes y la sociedad organizada transformando lo que estaba previsto ser como referéndum vinculante en “proceso de participación” simbólico de cara al 9N sentí una profunda rabia. Seguramente no solo unida a este caso concreto, sino a todas y cada una de las puñaladas por la espalda que la burguesía con disfraz popular es capaz de hacer (alguien debería echar un vistazo a la espalda de David Fernández por si acaso). Pues realmente tengo la profunda convicción de que ninguna imposición de ningún estado es suficiente contra una voluntad popular claramente determinada a hacerse valer y que el precio pagado por la juventud y la clase trabajadora en persecución, sangre y represión no es equiparable a las molestias legales que puedan sufrir dignatarios que en su vida han sido puestos contra la pared por la policía.

Por Borroka garaia da!

Entendía que el significado de la nueva caracterización que se había dado al 9N era un elemento destensionador de alto grado, colocar a una masa popular en vez de frente a un momento decisivo en algo no decisivo y eso tiene un alto precio. Es intentar robar a la historia. Es algo que en Euskal Herria creo que lo conocemos bien. No es lo mismo dirigirse hacia algo decisivo que hacia algo transitorio no vinculante.

La votación de ayer tuvo muchas cosas en contra. Todo el aparato fascista de un estado desde lo mediático pasando por la amenaza directa judicial y militar junto a los tarados neonazis, una izquierda española tanto “la revolucionaria” como la que no (salvo contadísimas excepciones que están vetadas de los medios), callada o malmetiendo contra la libre decisión catalana, sintiéndose todas ellas apéndice de ese estado criminal y una infraestructura precaria y miserable debido a todos esos factores y a los impedimentos directos del estado. Cabe destacar la insultante y mafiosa hipocresía españolista a la inteligencia de poner en duda las garantías y los medios de la jornada de ayer cuando han sido ellos mismos los que han intentado con mil perrerías de que sea así. Te meten un puñetazo en el ojo y aun se quejan de que no puedas ver bien. De asco.

La votación de ayer ha sido la más limpia por parte catalana de toda su historia. Pues ha sido convocada y llevada a cabo por ellos y ellas mismas, no por fuerzas imperialistas externas españolas.

Mirando a los números con frialdad, la conjunción de factores explicados desde el principio de este artículo ha dado como resultado una participación del 36% de la población llamada a votar. La mayoría de ellos y ellas optando por el estado independiente, conformando un 29% independentista del total.

Censo 6.224.140
Votos emitidos 2.236.806

Estado independiente (si-si) 1.806.336
Estado (dependiente/federal) (sí-no) 225.659
No 101.601

Que 2 millones de personas frente a la adversidad y al intento de descafeinar la jornada hayan salido a la calle a ejercer un voto de una pregunta prohibida que no entra en la legalidad española tiene mucho mérito para ellas. Y realmente muchas de las imágenes que nos dejó el día de ayer emocionan y elevan el alma a todo amante de la libertad. Siendo el significado popular del 9N un impulso también para el resto de pueblos que luchan por ella como el nuestro.No queda estar mas que agradecidos por ello.

Sin embargo y volviendo a la frialdad, la votación de ayer en los números existentes dejaba atrás el estatuto de autonomía catalán, pero no daba para quorum ni para proclamar la independencia. Y probablemente han sido los factores explicados junto a algunos otros convenientemente ocultados por el ilusionismo político los que tengan relación con ello. Esto hace que volvamos al principio del artículo.

El escenario post-9N resulta complicado. Y creo que como mínimo, previsto por las acciones no aparentes de ciertas élites que van desde la burguesía catalana a la española. Como escribía en un comentario un lector catalán, ahora Mas (ya lo adelantaba ayer con postureos y declaraciones de laboratorio) se ve a sí mismo reforzado intentando capitalizar y personalizar el resultado conveniente y calculadamente no decisorio para negociar con Madrid además de extender su gobierno. Y el peligro de dilatar el proceso para cruzar las puertas que se abrirán (también calculadamente para atar, bien atada, la segunda parte de la reforma franquista) hacia un nuevo pacto de contención estará ahí, como bien advierte la CUP, remarcando que CiU no es un agente válido para ejecutar la independencia.

Se abre un período, probablemente largo, que va a necesitar de mucha de la energía popular demostrada ayer para crear las condiciones de encararse hacia un momento decisorio y puede coincidir en el tiempo con el propio proceso de encararse a lo mismo en Euskal Herria si el pueblo trabajador vasco tiene las miras altas y recupera la confianza perdida en sí mismo desdeñando la dependencia hacia factores del ilusionismo político que no le acercarán a la libertad sino que enquistarán el estancamiento actual del proceso de liberación nacional y social.


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