Petra Cuevas Rodríguez cumple 104 años
19 de agosto de 2012.
Fotografía de Alejandro Cherep
Esteban Cuevas Rodríguez. Vigo, 15 de enero de 2011
"Nació el 19-8-1908 en Orgaz (Toledo). Con 12 años de edad se traslada a vivir a Madrid, con toda la familia, ya que mi padre había conseguido un empleo en la Unión Eléctrica Madrileña.
En el momento actual la gente joven ni se imagina lo dura que era la vida para los trabajadores y campesinos que aquella época, por lo que, ya antes de irse a Madrid, tiene que trabajar como niñera. Según parece cuidaba de unos niños que abultaban casi más que ella.
Esta época es, como se ve, de poca escuela y mucho trabajo.
Al llegar a Madrid empieza a trabajar como aprendiza de bordadora, oficio al que se dedica toda la vida. Destacando como una gran profesional, trabaja en los principales talleres de bordado de Madrid, bordando incluso para la casa real.
Destaca en su profesión, ya que se ha forjado desde niña en el trabajo duro y en la responsabilidad.
Petra es una persona que tiene un gran espíritu de superación, por lo que trata de adquirir conocimientos en todos los sentidos. Recuerdo que nos corregía a los demás hermanos si hacíamos o decíamos alguna inconveniencia; yo por ejemplo, una de las cosas que primero aprendí a decir fue coño y ella me corregía y algunas veces me daba ajo en los labios.
En Madrid vivíamos en la calle Batalla del Salado, esquina a la calle del Ferrocarril, que entonces no estaba cubierta en el centro; había una hondonada por la que pasaban los trenes y a los lados una valla hecha con traviesas de madera de las que se usaban para sujetar los railes de las vías.
Más abajo, en Batalla del Salado, existe un cuartel de la Guardia Civil muy grande y ella se hizo novia del hijo de un guardia, pero un día este decidió hacerse guardia y ella lo dejó.
Sobre 1928 ó 1929 nos mudamos de casa, yéndonos a vivir a la calle del Amparo nº 78, esquina a la calle de Provisiones, en pleno barrio de Lavapiés. La casa, hoy desaparecida, tenía cuatro balcones a la calle y era mucho más amplia que la anterior. El barrio de Lavapiés era un barrio obrero.
En 1931, cuando llega la República, ya está concienciada socialmente. Está afiliada a la UGT, participa en las actividades del sindicato de la aguja, que agrupa a los sastres, modistas, bordadoras y gente afín, empezando a destacar como luchadora.
En 1936 ya pertenece al PCE, participa en actos de propaganda en favor del Frente Popular, pero se centra preferentemente en la lucha sindical, siendo elegida secretaria del sindicato de la aguja de UGT.
Cuando se produce el levantamiento militar, en julio de 1936, se encarga de organizar y dirigir unos talleres, en los que durante toda la contienda se fabrica ropa para el ejército republicano, dedicando a esto su actividad durante los tres años de guerra.
Terminada la guerra, no puede marchar de España, escondiéndose en casa de una familia asturiana que vivía en le Puente de Vallecas. Se tiñe el pelo, se pone gafas y así, medio disfrazada, se salva de ser detenida en los primeros momentos.
Al cabo de algún tiempo, la policía empieza a venir a mi casa, unas veces buscándola directamente y otras veces, con personas detenidas, que fingían ser compañeras que querían contactar con ella por cualquier motivo.
En esta época también buscaban a mi hermano Julian*, por lo que en vista de que no obtenían información ninguna con estos métodos, empiezan a pegar a mi padre en una comisaría que habían montado en la plaza de Pontejos, y otras veces delante de mi madre, para que uno de los dos dijera donde estaban sus hijos.
De mi hermano Julian empezamos a recibir cartas desde Francia, con lo que dejaron de preguntar por él y mi hermana, enterada de lo que estaba pasando, se presentó en casa para que la detuvieran.
La detuvieron y fue torturada salvajemente en Gobernación durante 45 días, hasta el extremo de que, cuando por fin la llevaron a la cárcel de Ventas, la directora pidió que la viera un forense, porque iba medio muerta y con las manos quemadas por las corrientes eléctricas.
Durante el tiempo que está en la cárcel, participa activamente en la organización que tienen las reclusas comunistas; es la época en que asesinan a las trece rosas. Todas las noches sacan mujeres para fusilar, viven hacinadas, duermen en el suelo, hay muchas mujeres enfermas y la comida es malísima. En estas circunstancias la solidaridad es muy importante, están organizadas en grupos que comparten los paquetes de comida que reciben, ropa, artículos de limpieza y dinero con el que comprar cosas en el economato de la prisión, medicinas, etc., ya que hay presas que no reciben nada del exterior. También hay un intercambio de información con el exterior a través de dobles fondos en las bolsas de los paquetes, o en cajas de cartón. Por otra parte ellas hacen labores que sacan al exterior para que sean vendidas y se les lleve el dinero.
Además de esto realizan actos de rebeldía y reclamaciones, estando Petra siempre en primera línea.
Durante su estancia en prisión, la trasladan a una cárcel para mujeres embarazadas y lactantes que había orilla del Puente de Segovia, en Madrid. Allí tuvo una hija que se le murió por falta de atención. Esta hija fue consecuencia de una relación que tuvo con el hijo de la Sra. en cuya casa estuvo escondida, relación que duró hasta después del segundo encarcelamiento.
Durante la guerra, mi hermana Petra me regaló un cuento en que había un tente-en-pié con el puño cerrado en alto. Se desarrollaba en la Alemania nazi; estos lo tiraban de un sitio para otro, pero él siempre se ponía en pié con el puño en alto. Con este tente-en-pié, he comparado siempre a mi hermana Petra. De todas la adversidades se ponía en pié y con el puño cerrado en alto, fiel a sus ideas, con valentía y con coraje, dispuesta a todo.
Salió de la cárcel, empezó a trabajar como bordadora, le daban trabajo modistas que conocía. Una temporada grande trabajó con una antigua compañera, pero también contactó con compañeros del PCE, incorporándose a la lucha clandestina, por lo que, al cabo de un cierto tiempo la volvieron a detener, pasando otra vez por Gobernación y parecidas atrocidades, hasta llegar otra vez a la cárcel.
Como consecuencia de su actitud reivindicativa, recorrió varias cárceles. No se en qué orden, pero si que estuvo en la de Alcalá de Henares, Segovia, Teruel y Amorebieta, además de Ventas.
En total estuvo presa más de 6 años y durante el tiempo que estuvo en libertad, después del primer encarcelamiento, tenía que presentarse en comisaría cada pocos días.
Cuando la pusieron en libertad la segunda vez, creo que también tuvo que presentarse en comisaría durante algún tiempo, pero hasta que llegó la democracia, siempre estuvo vigilada, cada dos por tres, la policía le hacía visitas y controlaban sus movimientos.
Al salir de la cárcel esta segunda vez, empieza nuevamente a trabajar como bordadora, mantiene contactos con algunos compañeros del PCE, pero creo que sin una actividad política, ya que está muy vigilada.
En 1964 se casa con Garrido, vecino del barrio y amigo de mi cuñado Manolo y de mi padre.
Garrido tiene una hija, a cuya crianza y educación contribuye mi hermana todo lo que puede, así como a las hijas de esta, sus nietas queridas, quedándose viuda en mayo de 1971.
Cuando llega la democracia, inmediatamente se incorpora a la actividad del PCE y CCOO. Consigue un local para el partido junto a su casa, local que abre a diario hasta los casi 90 años y en el que, entre otras cosas, monta una biblioteca. Participa en cuestiones municipales y se integra en la Junta Directiva de un hogar de ancianos municipal que hay en el barrio de Tetuán, dedicándose a organizar actividades culturales, conferencias, visitas a museos, teatro, viajes, etc; (ahí hace toda la campaña contra el ingreso en la OTAN), además naturalmente de hacer proselitismo. Con estas actividades permanece hasta que con 91 años, y por derribo de su casa, se va a vivir con su nieta Mari Loli a Villalba. Con ella sigue felizmente en la actualidad, viviendo en Collado Mediano.
PETRA CUEVAS, UNA LUCHADORA
"Tengo un libro en casa que dice: ’recuérdalo y recuérdaselo a otros’; por eso estoy aquí".
Petra Cuevas, nacida en Orgaz en 1908, comenzó así su intervención en un acto-homenaje a las mujeres que defendieron Madrid durante la Guerra Civil. Habló del papel de unas mujeres que, como ella, “lucharon por la libertad, que no necesitaron que nadie las llamara para organizarse, que trabajaron en las canteras, que fabricaron bombas y confeccionaron ropa".
Petra Cuevas, bordadora, republicana y sindicalista, que estuvo presa en las cárceles franquistas, es una más de tantas mujeres que lucharon en los tiempos difíciles por la democracia.
En las páginas siguientes, que quieren contribuir a ese recuerdo reivindicado por Petra Cuevas, expongo la información que he podido recabar sobre las facetas más destacadas de su vida pública: su perfil profesional de bordadadora, su labor como sindicalista y militante republicana y su paso por las cárceles de Franco. Los testimonios orales y escritos de Petra sobre la vida que le tocó vivir, junto a los reconocimientos y homenajes que en democracia ha recibido, creo pueden ayudar a captar algo de lo que ha sido la vida de una luchadora, que repetía con convicción:
“Si luchas puedes perder. Si no luchas estás perdida".
Biografía, militancia política y sindical, procesos judiciales militares, prisión, …......:
http://www.villadeorgaz.es/orgaz-personajes-cuevas.html
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