Tercera jornada del juicio contra el asesino de Carlos Palomino

20 de septiembre de 2009.

“Si, corresponden a un skin neonazi”. Así de contundente se mostró el jefe del Grupo 21 de la Brigada Provincial de Información de Madrid, tras observar varios fotogramas de Josué Estébanez de la Hija extractados de los vídeos de Metro. Además, añadió que la marca de ropa “Three Stroke es un ’símbolo’ neonazi”.
Las declaraciones de este jefe de policía, que acudía en calidad de perito, han echado por tierra la línea estratégica de la defensa, que ha tratado a lo largo de todo el juicio de desvincular al acusado con la extrema derecha.

Diagonal

Esta identificación, sumada a los numerosos testimonios que aseguraban haber visto al acusado realizar el saludo fascista al grito nazi de Seig Heil!, puede ser fundamental a la hora de que el Tribunal valore el agravante por motivo ideológico, algo que solicitan tanto la acusación particular como la popular.

Antes, habían comparecido en la Sala nueve testigos: tres policías, el jefe de seguridad de Metro de Madrid y cinco militares (estos últimos citados por la defensa). Los testimonios de los dos policías municipales que detuvieron al acusado coincidieron en que éste, “arrojó un objeto metálico debajo de un coche” mientras huía. Al encontrarse con los policías, el acusado les espetó: “Ayudadme, que estos guarros me quieren matar”. Posteriormente, los agentes le intervinieron un puño americano. El jefe del Grupo 21 de la Brigada de Información, también confirmó en su declaración que “el término ’guarros’ es utilizado por los neonazis para referirse a la extrema izquierda”.

«Una defensa inconsistente»

El abogado defensor, Enrique Martín, llamó como testigos a cinco militares, cuatro de los cuales no conocían al acusado y no lograron aportar nada nuevo al proceso. El último de los testigos solicitado por la defensa, un soldado del Regimiento de Infantería Inmemorial del Rey, al que pertenecía el acusado, declaró que Estébanez -con el que coincidió sólo cuatro meses- “nunca dio muestras de ser racista” y que le consideraba “una persona pacífica”. La defensa insistió en la nacionalidad ecuatoriana del testigo. Sin embargo, a preguntas de las acusaciones, el soldado reconoció que nunca hablaban de política, que nunca conoció a sus amigos y que en ninguna ocasión salieron juntos. También dijo desconocer a donde se dirigía el acusado el día de los hechos.

La sesión concluyó con el visionado de las grabaciones de Metro de Madrid, compuestas por siete piezas diferentes, que registraron los acontecimientos en los fue asesinado el menor Carlos Palomino y herido muy grave otro joven que intentó reducir al agresor. Las imágenes desmintieron una vez más -como ya lo habían hecho en días precedentes las declaraciones de varios testigos protegidos- la versión del acusado, que mantuvo una actitud indiferente en todo momento.

«Campaña de la ultra derecha»

En varias páginas web y blogs de extrema derecha se ha puesto en marcha una campaña por la libertad de Estébanez de la Hija. Entre ellas destaca la iniciada por el partido filonazi Democracia Nacional (DN), a una de cuyas manifestaciones se dirigía presuntamente el acusado el día de los hechos. Este partido justifica la acción de Estébanez, considerándola “una lucha titánica... de un joven soldado y patriota contra los enemigos de España”, y aseguran que el juicio nació como un complot político contra DN pero que se ha convertido en un juicio “contra todos aquellos que nos sentimos españoles”. Insisten, además, en que la única falta del acusado fue “llevar una navaja encima”.

El juicio se reanudará el lunes a las 10:00 horas en la Sala cero de la Audiencia Provincial de Madrid y es probable que el martes 22 de septiembre quede visto para sentencia.


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