Aparición con vida
27 de marzo de 2009.
No desaparece el desaparecido. Poblador de cejas en vértice, compañero yerbatero de las mañanas, alpinista en poemas ajenos, el desaparecido sedimenta las tierras de nuestra memoria colectiva.
Está.
Desaparecidos sinuosos, pasadizos, repentinos. Desaparecidos que aparecen, todo el tiempo, sin llamarlos, porque ellos son nosotros. Nosotros que desaparecemos. Sufrimos el fuera de foco de nuestra historia, nos disolvemos en sus rostros esquinados.
Llevamos una ausencia siempre presente, los argentinos, las argentinas, una sombra que marcha sin rostro. Nuestros desaparecidos serán siempre apariciones con vida.
Fuente: Prensa de Frente