¿Por qué el heteropatriarcado está detrás del atentado de Orlando?

14 de junio de 2016. Fuente: Andaluces Diario

Supongo que cuando un tipo decide provocar una matanza le ha debido dar antes bastantes vueltas al asunto. Le echará una pensadita. Su objetivo es sembrar el terror y que el dolor se propague a nivel global. Que el último acto de odio de su vida se clave en el mayor número de corazones posibles. Mientras más fuerte mejor.

Por Francisco Artacho

Y probablemente, cuando estaba organizando su matanza, se dejó guiar, él o los que le daban órdenes, por sus mayores odios. Ya que provocas una matanza, pues te cargas a los que peor te caen, a los que más odias. Mató a gente, a 50 por ahora. De ellos sabíamos que estaban dentro de en un local denominado ‘gay’. Unos estarían allí por trabajo y otros por diversión. Unos irían a bailar, otros a ligar. O las dos cosas. O simplemente estaban allí para acompañar a alguna amistad. Poco a poco iremos descubriendo su nacionalidad, detalles de su vida….

Cada persona que frecuente locales denominados gays habrá sentido mayor empatía con los asesinados que los que no lo frecuentan. Igual que en los atentados de París, los seguidores, de todas las partes del mundo, del grupo que ofrecía el concierto, debieron sentir más proximidad a tales hechos. Un ‘podía haber sido yo’ global. Terror contra un símbolo.

Hay gente que odia a los gays, a las lesbianas, a los bisexuales, a los heterocuriosos… En definitiva, a toda conducta afectivo sexual y moral que se salga de las relaciones basadas en las uniones hombre-mujer como modelo único para la sociedad que quiere impones a través de su terror.

Otros, por suerte, que desean que la sociedad siga basándose en este modelo, se limitan a votar en contra de leyes de igualdad, escriben su opinión en su periódico y/o salen a la calle a manifestarse en contra de otro modelo de familia diferente al suyo, porque creen que es peor. En definitiva, fanáticos.

El machismo, es transversal, al igual que el heteropatriarcado. Se cuela por todas las capas, está en todos sitios. Igual que se coló en la vida del asesino de Orlando, igual que se cuela en la cabeza del hombre que mata a una mujer. Igual que está en la cabeza del nazi que pateó a dos hombres que se besaron en la calle.

En definitiva, diferentes formas de combatir algo que les da miedo: la posibilidad de ser iguales, amar en libertad y de follar con quién nos de la gana.


Noticias relacionadas

Versión PDF: Descargar artículo en PDF | Enlace permanente: https://info.nodo50.org/5742