Las tesis racistas calan en el electorado catalán

30 de diciembre de 2010.

La xenófoba Plataforma per Catalunya, con 75.000 votos, se ha quedado a las puertas del Parlament, pero se prepara para las próximas elecciones municipales.

De los videojuegos electorales del PP, en los que la candidata dispara sobre migrantes ilegales, hasta el discurso preferencial y abiertamente racista de Plataforma per Catalunya (PxC) de Josep Anglada, las tesis xenófobas han conseguido copar buena parte de la última campaña electoral catalana. Con réditos políticos. Sobre todo para el PP de Catalunya que ha cosechado sus mejores resultados electorales y ello después de provocar sucesivas polémicas al relacionar inseguridad e inmigración, como el reparto de dípticos criminalizando a la población rumana en Badalona.

El objetivo, las municipales

El ariete electoral antiimigrantes blandido por el PP de Alicia Sánchez Camacaho, hoy tercera fuerza parlamentaria por primera vez, ha operado también como cortafuegos para la irrupción de la extrema derecha islamófoba representada por Anglada. PxC no estará en el Parlament de Catalunya al no superar, en la provincia de Barcelona, el 3% de votos requeridos para obtener representación parlamentaria. Anglada se quedó a las puertas de conseguirlo con un 2,47% (57.659 votos), sólo el pinchazo en los barrios de Barcelona y en parte del área metropolitana se lo impidió.

Anglada culpó a la televisión pública catalana de no conseguirlo, pero advirtió que los 75.321 votos recogidos (un 2,42% del total) se transformarán en decenas de concejales en las próximas elecciones municipales de 2011, en las que prevé presentarse en 100 municipios. En 2007 obtuvo un total de 17 concejales, convirtiéndose en la segunda fuerza en Vic, donde promovió la polémica prohibición del empadronamiento municipal de migrantes que luego fue asumida por el Gobierno municipal de CiU.

En el seno de la PxC no se oculta que la candidatura a las autonómicas pretendía servir como prueba piloto anticipada de las municipales. Desde esta perspectiva el fracaso electoral de la PxC es más que relativo. Su primer éxito fue introducir el racismo en la campaña, tensionando y endureciendo el discurso anti migratorio de la derecha. Además ha conseguido más de un 3% de sufragios en 72 municipios catalanes, 12 de ellos capitales de comarca, donde PxC centrará su futura campaña electoral.

Los miles de votos obtenidos son el mejor resultado de la extrema derecha en Catalunya y el Estado español desde 1977, sólo superados por los 378.000 votos obtenidos a nivel estatal por Blas Piñar en 1979 con la candidatura de Unión Nacional, que en Catalunya sólo recogió 27.298 sufragios.

Los municipios en los que Anglada ha cosechado mayor respaldo han sido, en la provincia de Barcelona, en Canovelles (7,7%) y Manlleu (7,7%). En L’Hospitalet de Llobregat, la segunda mayor ciudad de Catalunya, en pleno cinturón obrero, PxC ha obtenido un 4,2%, aunque en Vic, su feudo electoral, donde cosechó un 18% en las últimas municipales, se ha quedado en un 5,8%.

Además, la alternativa ultra que competía con Anglada ha quedado reducida a la mínima expresión, dado que PxC ha concentrado el voto ultra. Si la Falange Española de las JONS obtuvo 1.781 votos, un 0,06%, el neonazi MSR baja de 1.096 a 778 votos (0,02%) mientras que Partit per Catalunya, una escisión de PxC en Lleida apenas obtiene 312 votos (0,01%).

Anglada, con todo, afronta también vicisitudes. Tras las elecciones, la Generalitat de Catalunya, a través del secretario de Inmigración, Oriol Amorós (ERC), anunció que remitía a la Fiscalía el programa electoral de PxC por si hubiera indicios de un delito de incitación al odio racial y la discriminación, como ya ocurrió con los panfletos antirrumanos repartidos por el edil del PP en Badalona Xavier García Albiol, aún imputado.

Además, el gran gasto de la campaña electoral –remitió postalmente su propaganda racista a 5,5 millones de electores– ha dejado a PxC una deuda enorme, un crédito de 100.000 euros pendiente de devolver al FPÖ austriaco y, al menos, una demanda judicial. La imprenta Rotobig de Granollers ha presentado en Vic una denuncia por el impago de dos millones de folletos, por un valor de 7.700 euros. A lo que cabe sumar los abandonos periódicos de miembros de PxC: los candidatos a la alcaldía de Calafell y Cunit han dimitido denunciando el personalismo y la opacidad de Anglada.

Contra "los que encienden el fuego del odio racista"

Poco antes de la campaña electoral nació en Catalunya Unitat contra el Feixisme i el Racisme, para luchar contra la posible irrupción parlamentaria de Plataforma per Catalunya. Este espacio unitario ha aunado los esfuerzos de más de 150 organismos sociales –desde centrales sindicales, pasando por la Amical de Mauthausen, la Asamblea de Okupas de Cornellà, la Junta Islámica de Catalunya o las Juventudes del PSC–, y actualmente está vertebrándose pueblo a pueblo para dinamizar la lucha antirracista en las próximas municipales. Sos Racisme, además, impulsó una exitosa campaña de cerillas electorales, con diversos lemas, contra “los que encienden el fuego del odio racista”. Por otro lado, el propietario y máximo impulsor de la neonazi Librería Europa, Pedro Varela Geiss, ingresó en prisión el 9 de diciembre para cumplir una pena de un año y tres meses de cárcel por la difusión de ideas genocidas y antisemitas. Hasta la puerta de la cárcel le acompañaron 25 neonazis con una pancarta con el lema “No + editores encarcelados”. La pena le fue impuesta el pasado mayo por la Audiencia de Provincial de Barcelona. Varela Geiss ya tenía, desde 2008, una sentencia pendiente de cumplimiento. Se trata del primer ingreso en prisión por enaltecimiento del genocidio.

Fuente: Diagonal


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