La muerte no duele

30 de noviembre de 2008.

“La muerte no duele” era la sentencia que repetía Rodolfo Ortega Peña, el Pelado, cada vez que alguien le pedía que se cuidara. Estaba convencido de que la exposición pública y la lucha política junto a sus compañeros eran ese chaleco antibalas que siempre se negó a usar. Aunque el diputado nacional y su inseparable amigo, el abogado Eduardo Luis Duhalde (hoy Secretario de Derechos Humanos de la Nación), habían sido advertidos por el entonces ministro de Salud, Antonio Benítez, sobre el “Plan de Eliminación del Enemigo” que el lopezreguismo había presentado a Perón, el Pelado prefería concentrarse en su trabajo intelectual y político.

Biografía de Rodolfo Ortega Peña

La noche del 31 de julio de 1974, después de haber bajado de un taxi sobre Carlos Pellegrini, los asesinos de la Triple A acribillaron a ese provocador de lengua filosa de solo 38 años. En el lugar quedaron 25 vainas servidas.

En aquellos días se podía morir de formas horribles en Argentina, pero ejecutar a un diputado nacional en pleno centro porteño corría el límite de la confrontación política. Era el último día de Julio del ’74. Hacía apenas un mes que una multitud había llorado la muerte del presidente Perón. La Triple A estaba desbocada. Sus víctimas ya no eran solamente los militantes de base y los delegados de fábrica.
La sangre derramada no será negociada

La vida de Ortega Peña y su labor como abogado de presos políticos, historiador e intelectual comprometido con su tiempo se vuelve uno de los temas inevitables a la hora de analizar la historia reciente.

Al momento de su asesinato, era diputado nacional por el peronismo pero se había convertido en un crítico del gobierno nacional, porque consideraba que se violaba abiertamente el programa electoral. Lideraba el Bloque de Base y desde su bancada unipersonal lanzaba sus andanadas contra el gobierno, fundamentando políticamente cada una de sus exposiciones.

Su muerte marcó el inicio de una violenta escalada en el accionar de la Alianza Anticomunista Argentina y puso fin a la vida de un intelectual, abogado y político que expresaba como pocos la agitada historia argentina de esos tiempos.

Hijo de una acomodada familia antiperonista, formado para ser un digno representante de su sector social, el Pelado Ortega Peña se convirtió en la antítesis de ese modelo: abogado de organizaciones sindicales y defensor de presos políticos, historiador revisionista, militante del peronismo de izquierda vinculado con organizaciones armadas, peronistas y no peronistas. La ley y las armas reconstruye la vida de ese hombre calificado por muchos como “francotirador” o “provocador”, y al mismo tiempo recrea uno de los períodos más intensos de la vida política, sindical, social y cultural argentina: el que abarca desde la “década infame” hasta la última presidencia de Juan Perón.

Los periodistas Felipe Celesia y Pablo Waisberg son los autores de esta minuciosa investigación, basada en un nutrido conjunto de fuentes documentales y un centenar de entrevistas a quienes conocieron a Ortega Peña, compartieran o no sus ideas o sus afectos. Captan así la imagen polifacética y a veces contradictoria, en lo público y lo privado, de quien juró como diputado de la Nación bajo la consigna “La sangre derramada no será negociada”.
Iluminando el pasado

En La ley y las armas no hay devoción ni homenaje meloso sino una rigurosa investigación que no peca de falsa objetividad. Por eso, el relato nunca pierde tensión y el personaje está allí, con sus más y sus menos.

Como bien señalara en su reseña la Revista Ñ, este libro rescata “fantasmas, nombres y situaciones que sobre todo los jóvenes deberían leer”, echando luz sobre hechos que fueron determinantes de la historia que vino después. No es lo mismo analizar la historia del ‘76 para acá, que hacerlo desde los ‘60 o del ‘55. Esa revisión es indispensable y este libro resulta un gran aporte en ese sentido.

La intensidad con la que vivió Ortega Peña fue uno de los rasgos que más atrajo a sus autores. Abogado a los 21 años, se afilió al PC, después se sumó al peronismo a través de César Marcos, un histórico de la Resistencia peronista, escribió doce libros de historia y fundó una editorial, Sudestada, para editar a autores nacionales, enumera el periodista. “Era un peronista crítico, que reivindicaba la figura de Perón, pero no para que Perón le dijera que hiciera cualquier cosa. Cuando empezó su ruptura con el peronismo, Perón estaba vivo. Uno puede estar de acuerdo o no con su lectura política, pero eso marca la diferencia con otros dirigentes de la época que no se animaron a cuestionar a Perón en vida. Con la misma información con la que Montoneros decía que a Perón lo estaban cercando, él decía que Perón traicionaba el programa del Frejuli”, señaló Waisberg entrevistado por Página 12.

Otra arista de Ortega Peña que destacan los autores de su biografía es su independencia, una cualidad poco habitual para los paradigmas de pertenencia de la época. “Consiguió una relevancia y una trascendencia que era difícil de medir para alguien que era independiente. Cuando asumió como diputado, La Opinión y Noticias le dedicaron la tapa. No era un hecho menor que Ortega Peña obtuviera una banca de diputado. El paradigma de la época era que uno borraba su individualidad en función del proyecto colectivo, se integraba sin cuestionamientos. Y Ortega Peña no encajaba en este molde”, sostuvo Celesia.

Ortega Peña nunca fue un dirigente ni un militante orgánico de ninguna de las organizaciones armadas, ni de un partido político, entonces no fue reivindicado ni homenajeado por ningún grupo político específicamente, ya que todos se lo atribuían como propio. De algún modo, su inorganicidad lo terminó eclipsando. Este libro viene a despejar ese manto olvido sobre una figura clave de las luchas populares en el país.

Más info, enwww.laleyylasarmas.com.ar

Ortega Peña en un fragmento del documental de Raymundo Gleizer "Me matan si no trabajo y si trabajo me matan: la huelga obrera en la Fábrica Insud" (1974).

::Fuente: Revista Zoom
Dossier Rodolfo Ortega Peña. El Ortiba


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