Éste y aquél. A Simón Radowitzky

2 de mayo de 2012.

El siglo XX es el siglo de las grandes transformaciones sociales. Para los revolucionarios, la historia era vista como un perpetuo avance, un continuo progreso hacia la victoria final de los oprimidos. Un camino con batallas ganadas y perdidas, con avances y retrocesos, pero con un destino indefectible -el triunfo de los trabajadores- que se resumía en una palabra: el futuro. Esta concepción excedió largamente a las fuerzas marxistas, e impregnó incluso a las corrientes más asentadas en la voluntad y el deseo como el anarquismo. De este tiempo y de esas convicciones casi religiosas es hijo Simón Radowitzky. Ajusticiador de Falcón, resistente en la cárcel, evadido del presidio infernal de Ushuaia, desterrado en Uruguay, combatiente antifascista en Brasil, miliciano en el frente de Aragón, finalmente exiliado en México. Cada una de sus facetas forman parte de una unidad inseparable, constituyen su leyenda y conforman lo que en una visión superficial podría llamarse: una vida novelesca. Simón Radowitzky, fue todas esas cosas y también -probablemente a su pesar- un mito del anarquismo mundial.

Primero de mayo de 1909
los anarquistas ocupan totalmente
la Plaza del Congreso.
Frente a ellos,
está nada menos que el coronel Ramón Falcón
al frente de su caballería,
los cosacos,
como serán llamados por los obreros.

La represión es cruel.
Caen ocho obreros muertos
y ciento cinco heridos.
Entre los manifestantes
está un adolescente,
un ruso llamado
Simón Radowitzky
y en el once de noviembre
de ese año,
hará volar por el aire
con una bomba
al coronel Falcón y a su secretario.

El país se conmociona,
el anarquista es apresado
y pasará veintiún años en Ushuaia,
la Siberia argentina.
Será el mártir,
el santo de la anarquía,
cantado por todos los payadores libertarios.

Cantado:

Simón nació en un tugurio
de un pueblo, de un continente
como nace una simiente
por una ley natural.
Sin patria como el progreso
como es el arte y la ciencia
el amor y la conciencia
sin patria como el ideal.

Falcón nació en un palacio
sonriéndole la fortuna
meciéndose en blanca cuna
de pequeño Napoleón.
Éste reconoció patrias
y misiones en la tierra
fue profesor en la guerra
coronel de la nación.

Simón como hombre de ideas
con conceptos libertarios,
divulgó en los proletarios
el amor y la igualdad
una universal familia
de cultos trabajadores
sin esclavos ni señores
sin leyes ni propiedad.

Falcón como buen soldado
con arcaicos oropeles
propagaba los cuarteles
a la patria nacional
y así requería patriotas
debajo de su manto
fueran a su voz de mando
una avalancha mortal.

Portal libertario Oaca

La Malatesta

Video: Simón Radowitzky Anarquista Ruso y Héroe en Argentina


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