Desvelados
13 de enero de 2012.
Hay un tipo de silencio que habla, que trona, que denuncia. Y existe en las fosas de los asesinados en la zona sublevada tras el golpe de estado de julio de 1936, que todavía hoy aguardan su apertura. El sonido comienza con el desentierro de esos cuerpos escondidos pero no olvidados. En las fotografías de Clemente Bernad puede escucharse el rumor de los muertos y la obra constituye un testimonio riguroso del proceso científico, político y sentimental que acompaña cada exhumación. Los hallazgos reconstruyen aquello que no tuvo documentación.