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A nuestra vista, su apariencia resulta impecable: un traje oscuro a medida
y bien planchado, y una presencia despierta y atenta. Se dirige hacia
nosotros, antiguos empleados de un hotel de lujo en el centro de cualquier
ciudad que se derrumba (da igual su nombre, todas ya lo están haciendo), y
nos pide una habitación. No una habitación cualquiera, sino “una que tenga
una hermosa vista”. James Bond, con su arrogancia un tanto ridícula,
siempre actuaba de la misma manera. Para él, cualquier vista se convertía
tempranamente en insípida y gastada. Nuestro “hogar” sigue realizando el
mismo trabajo de demolición, continuamos deseando mejores vistas, nuevos
marcos aún más bellos. Ahora estrenamos un nuevo marco: www.lafelguera.net

El pasado año 2008 lo saludamos como “el año de la rata”, y no nos
equivocamos. Entonces estábamos justamente aquí, junto a ti, descendiendo
hacia aquellas concurridas cloacas que ya visitamos años atrás durante “el
paseo por el subsuelo oculto de Madrid”. La pasma estaba corta de
reflejos, y lo sigue estando. Qué bien lo pasamos (aquellas noches y el
descubrimiento de El Fin del Mundo). Un año después, en el 2009 (bautizado
por nosotros como “el año del hombre lobo”), desfilábamos frente al
Congreso de los Diputados con nuestro traje de hombre lobo y un cartel que
rezaba: “Yo también soy un antisistema”. Sin embargo, la miopía de la
bofia no es comparable a la ceguera de la izquierda.
Toda la vida hemos sido espiados.
Ahora los espías somos nosotros.

La Sociedad Secreta La Felguera es parte de una ambiciosa operación de
subversión bajo el inconfundible estilo de la revolución que vendrá.
Únicamente mostramos las murallas de este edificio, acaso su parte más
controlable (nuestra editorial y web, nuestros textos y acciones…), pero
lo mejor se encuentra oculto.

Revelamos secretos.

Nuestro juego es decodificar los secretos que rigen este mundo.

Estamos aquí y también allí.

Somos inaprensibles.

¿Juegas?

La llegada de la Tercera Fuerza

La Felguera es una plataforma autónoma de agitación compuesta por
individualidades rebeldes. Las formas en que se manifiesta son diversas:
estableciendo contactos eventuales con otras bandas, como el Grupo Salvaje
(*), o por sí misma. Recientemente, mediante un acuerdo adoptado en El Fin
del Mundo, se proclamó el final de una etapa del proyecto. Este
acontecimiento vino marcado por su desaparición como “Colectivo de
Trabajadores Culturales La Felguera” para perseguir fines más apropiados y
a la altura de este oscuro tiempo: revelar secretos de Estado, superar los
contactos con sus lectores para crear complicidades activas, sabotear la
información y la cultura allí donde se imponen y, sobre todo, poner en
evidencia la necesidad de la Tercera Fuerza:

“En todos los conflictos que empujan a un campo contra el otro, una parte
irreprimible de reivindicaciones individuales entra en juego, imponiendo a
menudo exigencias amenazadoras. Y eso sucede hasta tal punto que cabría
hablar de una tercera fuerza. La tercera fuerza sería a la perspectiva
individual lo que la fuerza de descomposición es a la perspectiva del
poder. Complemento espontáneo de todas las luchas, radicaliza todas las
insurrecciones, denuncia los falsos problemas, amenaza al poder en su
estructura misma. Su raíz está en todas las parcelas de la vida cotidiana
[…]. La tercera fuerza es siempre quien anima la lucha babouvista contra
el millón dorado, el proyecto marxista del hombre total, los sueños de
Fourier, el desencadenamiento de la Comuna, la violencia anarquista”
Raoul Vaneigem, Tratado del Saber Vivir para Uso de las Jóvenes Generaciones,
pag 61. Anagrama 1977.

Nuestros libros vuelan…

En realidad siempre hemos hecho lo mismo. El acto de escribir se comunica
bajo la forma de un secreto, y lo hace por medio de otro acto que lo
revela: la lectura. Al comunicarse el secreto, obligatoriamente se entra
en el ámbito del juego. Los conjurados ahora comparten un conocimiento,
antes existente sólo en su clandestinidad. ¿Cuál es nuestro juego
favorito? Decodificar el secreto de esta época, es decir, demoler la
cultura bajo su forma actual. Como en cualquier operación de guerra
(amigos, ¡las sirenas de los refugios están sonando ahora mismo!) nuestro
campo de batalla es la información y el conocimiento. Revelar los
secretos, modificar nuestra apariencia, camuflarnos o promover la
contradicción son algunas de las maneras de reorganizar este conocimiento.
La literatura o el acto de leer hacen surgir la complicidad, tras lo cual
sólo queda preguntarnos: ¿Y ahora que hago con esto? Por tanto, estamos
ante un rizoma, porque no hay centro, ni tampoco jerarquía. Se juega en
igualdad de condiciones.

Plus de mots!

Perdemos el tiempo porque queremos aprovechar la vida.

(*) Grupo Salvaje: El Grupo Salvaje es una banda autora de varios
conocidos panfletos anárquicos, así como también fue la instigadora de los
disturbios producidos durante la Noche en Blanco de Madrid en el otoño del
2007.

La Felguera

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