"Hay que acercar la historia a los pueblos y hacerla comprensiva"

12 de septiembre de 2008.

Antonio Palacios y Raúl Mateo acaban de publicar Rueda, rueda palomera. Recuperando la Memoria Histórica y Oral de Zuera (Zaragoza).
Un libro que estudia el periodo histórico entre 1909 -fecha de la fundación del Casino Republicano de Zuera- y 1946, fecha de la visita del dictador Francisco Franco a la localidad con motivo de la inauguración del pueblo de colonización de Ontinar del Salz.
La obra, que está prologada además por el documentalista oscense Manuel Benito Moliner, cuenta con 1.600 páginas y está ilustrada con más de 430 fotografías y documentos de la época.

Se publica el libro "Rueda, Rueda Palomera. Recuperando la Memoria Histórica y Oral de Zuera"

En el trabajo se hace especial incidencia en los años republicanos y de la guerra civil, estudiando aspectos tan ignorados hasta hoy en día como la gran batalla que se desarrolló en Zuera paralelamente al asalto sobre Belchite o la brutal represión emprendida por los sublevados y que se cobró casi 200 vidas en el pueblo. En el segundo volumen se relatan asimismo de forma extensa las peripecias de centenares de exiliados zufarienses por lugares tan variados como Argelia, México, Francia o Chile, Francia, la participación de varios vecinos de la villa en la gran aventura de la División Azul, el cruel destino corrido por algunos zueranos en los campos de exterminio nazi y diversos episodios en los que los habitantes del pueblo se implicaron activamente en acciones de resistencia contra la dictadura franquista.

Como apuntan los autores, `el curioso título de la obra reproduce un verso del zufariense Luis Lizán Pérez, quien en los años cuarenta participó en la resistencia antifranquista y en sus escritos comparó a sus convecinos del pueblo de Zuera con las palomeras, esos arbustos resecos de forma redondeada que giran de aquí para allá arrastrados por el viento a través del paisaje aragonés`.

Esta obra es el tercer eslabón de un proyecto por la recuperación de la Memoria Histórica de la comarca de la Violada y del Bajo Gállego que acoge a municipios oscenses y zaragozanos, y que se inició en diciembre de 2003 con la publicación de Entre las Raíces -referente a Gurrea de Gállego y La Paul-, que continuó en septiembre de 2006 con la edición de De hombres y sueños, en los que se estudiaba la historia de la villa de Almudévar y sigue con el presente trabajo sobre la localidad zaragozana de Zuera de Gállego.

Fuente: Diario del Alto Aragón


Entrevista:

¿Qué se ha pretendido con el libro que presenta "Rueda, rueda, palomera"?
Recuperar la memoria histórica y oral de Zuera, apoyándonos principalmente en los testimonios orales de los testigos de los hechos. Creemos que hay que acercar la historia a los pueblos, hacerla más comprensiva. Las grandes batallas ya están contadas. En el tema de las víctimas se ha llegado a un callejón sin salida en el campo académico.

¿En qué sentido?
Hay muchos víctimas que no se pueden probar documentalmente. Lógicamente, los asesinos borraron las huellas. Además, muchas muertes ni siquiera llegaron a registrarse.

¿En qué ha consistido el trabajo de campo?
Durante dos años hemos recogido en Zuera más de cien testimonios orales que se han grabado. Se han recuperado memorias escritas inéditas que han sido cedidas de forma altruista por los familiares de las víctimas. En el estudio, que tiene 1.600 páginas hemos trabajado con afán enciclopedista. No solo identificamos a los muertos, sino que contamos qué hacían y cómo vivían, así como las circunstancias en que murieron.

¿Qué periodo abarca?
Hablamos de la guerra, la posguerra y de cómo se gestaron. La guerra civil empezó por algo. En Zuera se empieza a gestar desde que se fundó el Casino Republicano en 1909. El periodo estudiado comienza en 1929, con la visita a la localidad del general Primo de Rivera, hasta la inauguración de Ontinar del Saz por Franco, en 1946.

¿Cuántas muertes han documentado durante el tiempo investigado?
Hay más de 170 fusilados en el bando de los republicanos, mientras que estos mataron a 12 nacionales. En los frentes de batalla murieron 42 vecinos que luchaban con los sublevados y 20 que estaban en el Ejército Popular. También hay ocho víctimas de los bombardeos, algunos de ellos niños y el primer alcalde franquista. Hay cinco fallecidos en los campos nazis y varios vecinos participaron en la División Azul, uno de los cuales estuvo diez años en un campo de prisioneros. Pero el libro no se limita a señalar las muertes, también explica la sociedad de Zuera en ese tiempo.

¿Cómo era?
Había mujeres trabajadoras que escribían en periódicos, grupos de teatro anarquistas, e incluso ya se practicaba nudismo en la ribera del Gállego. Se trataba de una sociedad muy inquieta.

¿Cómo se gestó la reacción que se produjo en la contienda?
Los jornaleros se reunían en el Casino Republicano y allí se trataba de los problemas que les afectaban, especialmente con los salarios. A raíz de ello comienzan a organizarse en los sindicatos UGT y CNT. En los años 20 había problemas sociales muy importantes.

¿Qué fue de la diáspora republicana?
Ya antes de la guerra se produce un proceso migratorio, como en el resto del país, con vecinos que se establecen en Chile y Argentina principalmente. A raíz de la confrontación, hay personas que se van de la localidad para integrarse en el maquis o dedicarse al estraperlo, hay otros que combaten en el maquis francés contra los nazis y algunas que se exilian a Argelia para evitar las represalias.

¿Y los que se quedan?
Al final de la contienda crece la afiliación a la Falange, que cuenta con 360 personas en la localidad. Más de cien niños quedan huérfanos por la guerra.

¿También se han documentado fuera de Aragón?
Hemos recogido información en Francia —Lyon, Grenoble...—, Castellón, Valencia, Madrid y en archivos de Salamanca, Ávila y Alcalá de Henares.

Fuente: Periódico de Aragón


"De hombres y sueños"

De hombres y sueños es otro libro publicado en 2006 por los mismo autores junto con Ana Oliva. Un estudio sobre la Guerra Civil en Almúdevar.

La verdad desnuda de lo que ocurrió en Almudévar durante la Guerra Civil. Es lo que ofrecen los historiadores Raúl Mateo Otal, Ana Oliva Garín y Luis Antonio Palacio Pilacés en su libro "De hombres y sueños", una obra de investigación que recorre todo el camino que va desde el testimonio oral hasta las fuentes escritas, para configurar un contundente estudio de casi 600 páginas. La obra, monumental y estremecedora, brilla con luz propia dentro del aluvión de publicaciones relacionadas con la Guerra Civil. Ha salido a la luz sin ninguna ayuda económica institucional, y los tres autores han costeado la publicación de la tirada de mil ejemplares. El estudio se gestó a lo largo de los últimos tres años, con innumerables entrevistas personales y horas de trabajo en archivos y bibliotecas.

"Hemos entrevistado a más de 60 personas que vivieron el estallido de la guerra civil en Almudévar -relata Raúl Mateo-. Y la información que nos han proporcionado la hemos contrastado y completado con la documentación de archivos de todo tipo, desde el municipal de Almudévar hasta el parroquial, pasando por el Provincial de Huesca o el de Salamanca. Y, por supuesto, la prensa de la época. Porque el libro reproduce los testimonios orales, ofrece el relato documentado de lo que ocurrió e incluye artículos publicados por escritores y corresponsales de Almudévar en los periódicos de la época".
Un proyecto con tres hitos

Raúl Mateo, Ana Oliva y Luis Antonio Palacio, licenciados en Historia por la Universidad de Zaragoza, se conocieron por casualidad. Sus caminos se cruzaron mientras investigaban en los archivos qué había pasado en sus pueblos. Su "De hombres y sueños" es el segundo hito en un proyecto que comenzó con "Entre las raíces", publicado en 2003 por la asociación Casa Libertad de Gurrea de Gállego, y que continuará con un próximo volumen dedicado a iluminar lo que ocurrió en Zuera durante la Segunda República y la Guerra Civil. Un proyecto que va a levantar ampollas. "Creo sinceramente que no estamos reabriendo viejas heridas -subraya Luis Antonio Palacio-, más bien al contrario, creo que nuestro trabajo está contribuyendo a limpiarlas, a cerrarlas". Y Ana Oliva matiza: "Pero tampoco es nuestro objetivo cerrarlas, lo único que hemos querido es contar lo que pasó, para que se sepa".

Al estallar la guerra, Almudévar era una localidad de más de 3.500 habitantes, con una brecha social abierta entre los terratenientes, dueños de los recursos económicos, y una masa obrera vinculada en su mayor parte a la CNT. La organización anarquista desarrolló un sindicalismo culto e ilustrado, luchó por que se diera trabajo al que no lo tenía, y por que se mejoraran las condiciones labores de los asalariados. "Las luchas sociales fueron tremendas, y eso tuvo mucho que ver en lo que pasó a partir del 18 de julio", apunta Luis Antonio Palacio.

Las víctimas

Tras intentar mantenerse fiel a la República, la localidad pasó a estar bajo el control del bando franquista. "La guerra y la posguerra fueron muy duras -relata Raúl Mateo-. Cuando empezaron los bombardeos republicanos, no se evacuó a la población, que tuvo que refugiarse en bodegas". El libro ofrece información novedosa sobre esas víctimas de los bombardeos republicanos. Pero, sobre todo, descubre la dureza de la represión franquista. "Hubo 110 fusilamientos, de los que se sabía muy poco -asegura Ana Oliva-. De hecho, hay todavía entre 40 y 50 personas de las que se ignora dónde están sus cuerpos".

Pese a la dureza del contenido de "De hombres y sueños", incluye datos curiosos y sorprendentes, tanto a nivel privado -la historia del vecino de Almudévar que acabó luchando con Montgomery y muriendo en Liverpool-, como colectivo, con la revelación de las circunstancias dramáticas que rodearon el exilio aragonés en el norte de África. "Había que dar voz a quienes la Historia se lo había negado", concluye Raúl Mateo.

Fuente: Nobleza Baturra


Más información:

Índice e introducción de Rueda, Rueda, Palomera

Informe sobre la represión franquista. Memoria Libertaria

Foro por la Memoria de Aragón


Me he vuelto palomera
unos días calurosos,
azarosos en las siegas,
para ganar la pitanza
de los míos, en la cueva…

Rueda, rueda palomera
que arrancada de tu tierra
vas ya sin rumbo y sin meta
empujada por el fuego (…)

Largo, muy largo camino
en el que muchos quedaron;
vivieron otros mil penas,
ninguno será olvidado.

Palomera de cultura
de flora y fauna de mares
enlazados con las manos
de rudos trabajadores.

Palomeras zufarienses
dando tumbos por el mundo
desenraízados, sin tierra
sin espera y sin retorno.

Exodo sin retorno, 1939, Luis Lizán Pérez.


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