Arzalluz, uno de los suyos

5 de marzo de 2019. Fuente: Borroka Garaia da!

Arzalluz puede que haya sido una de las personas más inteligentes que ha dado la clase política vasca. Reuniendo en su figura las mejores cualidades del político profesional: Gran oratoria, un oportunismo calibrado al milímetro y un fuerte magnetismo para el arte del engaño y la triangulación política requerida de cara a sus intereses personales, de clase y de partido. Una amplia formación de estudios eclesiásticos, teología, Derecho y Filosofía, además del dominio de hasta cinco idiomas ciertamente le catapultó a todo ello.

“¿Para qué queremos la autodeterminación ? ¿Para plantar berzas?. La autodeterminación es una virguería marxista. Euskadi está ahora a primer nivel autonómico”
Xabier Arzalluz (1987)

Su gran capacidad dialéctica en la oratoria ya fue reconocida desde sus primeros pasos en su carrera política cuando ejercía de diputado en el congreso español (1977-1980) participando en plenos que fueron decisivos para la reforma franquista, siendo uno de sus objetivos la integración normalizada de Euskal Herria en el régimen español del 78 a través de la autonomía española del estatuto de la moncloa (1979), mientras que las mayores de las represiones caían en las fuerzas de ruptura democráticas que querían dejar atrás los ejes políticos franquistas que al final fueron salvaguardados en la constitución española como la “indivisibilidad de la patria”.

A partir de 1980 hasta 1984 y desde 1987 hasta el 2004 fue el presidente del PNV. En su primera etapa, por una parte ejerciendo la figura de liderato para asentar la nueva legalidad española en tierras vascas dando label democrático al conjunto de imposiciones y opresiones, y por otra parte empezando a desplegar la red corporativa, clientelar, de financiación, enchufismo y influencias que daría paso a la “cloaca vasca” en beneficio de la burguesía que veía en el estatuto una oportunidad para medrar. Ya que el estado español reconstituído y la autonomía española abría espacio a la burguesía emergente necesaria para acelerar el nuevo ciclo de explotación expansiva que necesitaba el nuevo régimen hijo del franquismo. Por lo que el estatuto de autonomía a fin de cuentas negaba a Euskal Herria su derecho a independizarse y al mismo tiempo ponía en manos de la burguesía vasca la gestión económica dejando a la clase trabajadora vasca sin ninguna capacidad de decisión y presa del capitalismo español e internacional. A lo que hay que unir la cesión de una parte del monopolio de la violencia de estado: la ertzaintza.

La ideología de Arzalluz era la ideología del dinero y tenía una base que bebía en gran parte del fundamentalismo religioso clásico anti-marxista (también común a la derecha española), pero debido a las especificaciones vascas y al interés de clase de las fracciones burguesas que el representaba vehiculizado de otra forma. Ya que esas fracciones pese a ser extensiones de la burguesía española, rivalizaban en interés económico en el reparto del pastel. Y Arzalluz siempre tuvo presente que la función del PNV ha sido vital para la estabilización española y para que no se abra paso una alternativa de ruptura independentista y socialista, lo cual le daba margen para nivelar negociaciones en beneficio propio. Algo de lo que también era consciente el estado español.

En este juego a varias bandas el objetivo del PNV de Arzalluz siempre fue mantener la integridad del régimen español y autonómico para beneficio de la burguesía y su partido, además de intentar imposibilitar la unidad del pueblo trabajador vasco (único factor que podía y puede facilitar la caída en desgracia de la burguesía vasco-española y la apertura de un proceso de ruptura independentista con el estado español). De ahí que una de sus obsesiones fuera hacer tracción quirúrgica de la izquierda abertzale para que no pudiera ser relevante en ese papel ( Y lo empezó de forma temprana ya con las divisiones de ETApm con la que el se reunía y lo continuaría haciendo de diferentes maneras durante toda su trayectoria). De ahí el regalar los oídos a los sectores menos concienciados de la izquierda vasca en momentos de desánimo, o realizar ciertas declaraciones y movimientos políticos para que el identitarismo nacional sin ninguna repercusión material sea su fácil “oposición”. El PNV y Arzalluz nunca olvidaron lo que supuso la V asamblea y su objetivo fue revertirla.

El PNV de Arzalluz se alió con el PSOE del señor X, con el PP de Aznar de las Azores, con el institucionalismo de la izquierda abertzale en Lizarra, y con todo lo que hubiera hecho falta para mantener sus objetivos. Pues es lo que se espera de un gran estadista que sabe triangular en beneficio propio. En geometría, es el uso de la trigonometría de triángulos para determinar posiciones de puntos, medidas de distancias o áreas de figuras. En política es algo parecido pero el objetivo es encontrar la “centralidad política” y hacerte supuestamente necesario. Para ello se necesita colocarse en el centro y tener dos extremos pero que partes de esos bloques se van sintiendo atraídos como si el centro fuera un imán. La ideología del dinero no impide que un día se diga una cosa y al siguiente otra si es necesario. Las palabras se las lleva el viento, lo que queda es la realidad material y las acciones. Las de un estadista del estado español.

Y en la realidad material se quedaron (y aún continúan) el pacto de Ajuria Enea, la dispersión, la impunidad del terrorismo de estado y las torturas, la ilegalidad de la autodeterminación vasca o la represión de la ertzaintza. Junto a desalojos en un país donde como ayer mismo un sin techo murió calcinado en Donostia mientras la burguesía se llena los bolsillos de lo que cada vez pierde más la clase trabajadora.

Arzalluz puso a Atutxa al mando de la ertzaintza, mientras que por otro lado hablaba de “los chicos de la gasolina”. Fue un gran esfuerzo de criminalización de toda una serie de generaciones jóvenes. Desde los insumisos que eran llevados como ganado a la justicia española hasta las invenciones de los “grupos Y” para que la juventud vasca abertzale y socialista se pudriera aun mas largos años en los centros de exterminio españoles. Yo, como parte de esa generación no me impresionaron nunca sus diversos discursos, que en cualquiera de los casos siempre fueron para que todo siguiera igual. Como en estos momentos ocurre.

Mas información

https://www.txalaparta.eus/es/libros/el-jesuita


Versión PDF: Descargar artículo en PDF | Enlace permanente: https://info.nodo50.org/6122