La “fortaleza financiera” del Banco de Pagos Internacionales

11 de febrero de 2014. Fuente: Tercera Información

El 28 de junio se ha publicado a las 12 AM el informe anual del Banco Internacional de Pagos. La Junta General del BIS (BPI por sus siglas en español), ofreció una rueda de prensa retransmitida por webcast a las 12:15. El balance del director del BIS, Jaime Caruana, y el informe anual pueden consultarse en: http://www.bis.org/

1. El Banco de Pagos Internacional: delimitación de la fortaleza, contexto, historia.

Salvo esfuerzos artificiales, a los individuos de a pie no interesa la estabilidad macroeconómica y financiera, la irónica batalla contra la permanente inflación, o el el descomunal desafío de mejorar el sistema de pagos internacionales que renació en el siglo XXI. Pero con la crisis se ha generalizado la visión negativa de todo lo “macro”.

Con este punto de arranque como excusa, en el inestimable control global de los bancos desde Bretton Woods, donde nacieron el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, tomó también protagonismo la necesidad de controlar sus flujos desde arriba por parte de una entidad que actualmente suele permanecer fuera de la Agenda Setting de los medios de comunicación: el Banco de Pagos Internacionales. Sin embargo es la institución financiera internacional más antigua del mundo. Fue creada el 17 de mayo de 1930, en el contexto del Plan Young, el cual se estableció para resolver las indemnizaciones impuestas a Alemania después de la firma del Tratado de Versalles que puso fin a la Primera Guerra Mundial. Su función originaria era la de gestionar los préstamos concedidos para la financiación de las “reparaciones” y promover la “cooperación” en general. En la propia nomenclatura del banco ya descubrimos que el banco no es internacional, sino los pagos, los movimientos que generan ese parcheamiento constante. Alrededor de 130 instituciones económicas, así como algunas organizaciones internacionales, utilizan activamente hoy sus servicios de seguridad y liquidez, mayormente.

Pero 80 años después, los diagnósticos sobre desarrollismo, son necesariamente forzados. Siendo este el décimo aniversario del nacimiento del IDH (Informe sobre Desarrollo Humano), las medidas sociales se están desvinculando literalmente de alcanzar al menos el marco teórico del desarrollo social. Los principales hombres del poder deberían haber replanteado a estas alturas refundar el desarrollismo o la gente dejará (o acaso no lo ha hecho ya) muy pronto de creer en su engaño laberíntico, o más bien piramidal, en el que en su fastigio funciona un banco para los bancos (toda especulación o teoría conspirativa que en este momento se os venga a la cabeza sobre Illuminatis o el Grupo Bilderberg no irá demasiado desencaminada...). Igualmente, es un agente clave en las actividades del loby sionista internacional, con la clara relación de la entidad con el Banco de Israel, y Stanley Fischer, su gobernador desde 2005.

Sin embargo, generar este necesario escepticismo (macroescepticismo, si jugamos con su misma visión) sería el primer paso, ante un sistema tan consagrado que se resistirá todo lo que haga falta a ser puesto en duda. Una “fortaleza financiera” cuya imposición viaja de la macrofísica (ese sistema piramidal), a la microfísica: en este segundo ámbito, es significativa la opinión pública estadounidense sobre ese gran tabú que sigue siendo una reforma del sistema bancario y monetario que no llega. El economista Larry Bartes decía en The Money Masters sobre el banco central privado de EEUU:

«La FED, aunque no forma parte del gobierno, es más poderosa que este, más poderosa que el presidente y el poder judicial. La Fed determina cuál será el crédito promedio que una persona tendrá por un préstamo inmobiliario. Les declaro que esto es control total. La Fed es el mayor prestamista individual del gobierno, y ya Proverbios (Antiguo Testamento) se dice que el deudor es sirviente del prestamista».

En dicho documental se explica extensamente cómo los bancos internacionales controlan la falsamente denominada "Reserva Federal", ya que este en ningún momento quiere ser ni una reserva ni ser federal.

Comienza ahora, con la crisis una nueva era de información en torno a esta entidad. Sobre todo porque resulta paradójico que una empresa que influye en todos los flujos económicos del mundo, no publique datos al segundo, (al día, a la semana o al mes), cuando la información económica, financiera y/o bancaria es la más rápida, exacta y efectiva del mundo No puedo demostrarlo, pero hace un mes (mayo de 2010) busqué en Google "Bank of International Settlements" y sólo me devolvió 390.000 resultados. Ahora aparecen unos cinco millones. Pero, ¿basta un informe anual para un sector que luce actividad instantánea? Es evidente que el BIS sólo ofrece ideas generales ya que su funcionalidad es, como reitero, macroestrcutural.

2. Su función pública: regulación de flujos

Probablemente, para los próximos meses veremos que este agente asistirá de manera más directa la crisis del sistema financiero actual, del cual afirmaba en mayo la propia entidad, que ha habido una «pérdida generalizada de confianza». Algo que no le preocupa afirmar porque no le influye. Su papel público es reducir la volatilidad del capital de sus bancos afiliados, paliar los efectos de la(s) crisis en los mercados. Es muy probable que impactos como el 11-S hubiera supuesto una bancarrota en Occidente, de no ser por el BIS. Los Acuerdos de Basilea I, II explican cómo los mercados financieros globales se están integrando cada vez más. La nueva regulación internacional sobre recursos propios, conocida como Basilea III, cuya entrada en vigor está prevista para finales de 2012, supondrá un paso más en la evolución de esta fortaleza. Será con total seguridad, la renovación necesaria para mantener este orden mundial y calmar las turbulencias del mar económico, aunque eso suponga matar a muchos peces.

Es imposible la linealidad en el crecimiento. Pero a la élite que controla estos flujos mundiales les da lo mismo la crisis o el desarrollo. Además, toda teoría económica cíclica (hay muchas) puede tirarse por tierra teniendo en cuenta las particularidades de esta época: la aldea económica global puede llegar a comprimir los ciclos como si de un muelle se tratase, o crear un efecto mariposa. Hay que creer en la fragilidad del sistema (y las necesarias utopías modernas y altermundistas o post-altermundistas así lo manifiestan), y por ello, la crisis financiera debe ser vista como un síntoma de mejoría (aunque inestable), si queremos llegar a un paradigma de socioeconomía.

Las condiciones del sistema económico se hayan cada vez en más “situaciones de excepcionalidad”: es excepcional que, por ejemplo en 2008, una compañía rusa opte al 20% que Sacyr Vallehermoso tiene en Repsol, o que Barclay rechace la ayuda del Gobierno inglés, buscando financiación en fondos árabes. En esta línea evolutiva, además, cada vez estamos más lejos no sólo de un posible retorno al nacionalismo económico, sino de una estabilidad permanente. Desconocemos los flujos. Nos pierden en el dato. La política nunca estuvo especializada en el discurso público de carácter económico, y por eso no ofrece tranquilidad en las políticas económicas. Pero en momentos de crisis, se acentúa el discurso de índole social que en la praxis no tiene lugar. Se está manufacturando y normalizando en detrimento precisamente de la sociedad. Parece, para colmo, que haya una generalización del pensamiento de izquierdas, sin el compromiso o las obligaciones del pensamiento de izquierdas. Aunque esto ya lo especificaba Pierre Bourdieu y tantos otros.

Como el “capitalismo de casino” ha triunfado en los 90 frente a las “inversiones productivas”, las empresas ya no son “parásitos del sistema internacional”, como pudiera afirmarse hace veinte años. Ahora, sus actividades de aprovechamiento y explotación del territorialismo estatalista, se toleran, el poder lo necesita. 35 de los 50 actores con más capital del mundo son países, y 15 son empresas. Esto se debe a que las empresas no gastan en Seguridad Social, etc. No es algo comparable por tanto, pero sí interesante de tener en cuenta.

Pero volviendo a la macroestructura político-económica, en Basilea (Suiza) reside el Bank für Internationalen Zahlungsausgleich (Banco de Pagos Internacionales), donde el 28 de junio hablaron nuevamente de los «grandes desafíos futuros para el sistema financiero mundial», demostrando que estas acciones (ahora prudenciales, antes inversoras, en el fondo, siempre las mismas) no están sometidos a ningún tipo de ojo crítico o índole social. La plutocracia se configura como un sistema que crea de la nada el valor simbólico del dinero o los bonos para ponerlos en juego siempre en beneficio de unos pocos, escondido a propósito detrás del complejo y altisonante palabrerío económico. Mientras se entiende esto por desarrollo, el mundo se está aproximando hacia un abismo casi imposible de percibir, aunque evidente.

Por cierto que en la rueda de prensa de ese día, en el visionado online, los periodistas no fueron enfocados en ningún momento ni citaron su procedencia o medio, resultando el evento un tanto anónimo...

3. Su función privada: control macroeconómico

Ya los descendientes de los Rothschild, la familia más multimillonaria del mundo, (ricos no, lo que va después), descubrieron que era más beneficioso conceder créditos a gobiernos y reyes que a individuos privados, porque además, estaban respaldados por los impuestos nacionales. De hecho, se dice que el siglo XIX fue “el siglo Rothschild”, y que por lo tanto, existía un único poder, que era Rothschilld ¿cómo no habría conllevado esto a la configuración de la Unión Europea? ¿Cómo no estudiamos esto en primaria?

El BIS es una institución privada con accionistas, pero que opera con organismos públicos. «Estas operaciones serían mantenidas en estricta confidencialidad para que el público pueda ignorar la mayoría de las operaciones del BIS», afirma James Calvin Baker en The Bank for International Settlements: evolution and evaluation.

De ello se descubre que los poderes del capitalismo financiero tienen un objetivo de largo alcance, nada menos que crear un sistema mundial de control financiero en manos privadas capaz de dominar el sistema político de cada país y economía del mundo en su conjunto. Este sistema debía ser manejado de manera feudal por los bancos centrales del mundo actuando concertadamente, a través de acuerdos secretos en reuniones frecuentes y conferencias secretas. El ápice del sistema tendría que ser el Banco de Pagos Internacionales en Basilea, Suiza, un banco de propiedad privada y controlado por los bancos centrales del mundo que eran en si mismos empresas privadas.

«El BIS fue fundado por los bancos centrales de Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Holanda, Japón y el Reino Unido junto con los tres principales bancos comerciales de los Estados Unidos, incluidos J.P. Morgan & Company, el First National Bank de Nueva York, y el First National Bank de Chicago. Cada banco central tiene 16.000 acciones suscritas y los tres bancos de EE.UU. también están suscritos a este mismo número de acciones». Sin embargo, «sólo los bancos centrales tienen derecho a voto». continúa James Calvin Baker en su libro.

Entre los últimos informes de la entidad, destaca la presencia de China, y su aumento de la autoconfianza del mundo financiero (y el acceso al control del mismo). El gobernador del Banco de China, Zhou Xiaochuan es el noveno hombre más influyente del mundo para 2010, según Foreign Policy)tras su llamamiento a la sociedad internacional a dejar de depender del dólar, y crear una una divisa de reserva supranacional o "super-divisa" en el seno del FMI.

4. España: más poder del aparente

La consideración con España en el BIS es significativa. De hecho, la presidencia de España ha sido un éxito en cuanto a radicalización del régimen de la Unión Europea, y probablemente un avance en los acuerdos de Basilea III: aunque los medios nos tachen de ser unos gestores vergonzosos constantemente. La prueba está en Jaime Caruana, el actual director General del BIS; español que ha pasado por numerosos agentes de regulación: en 2003, Tras 6 años al frente del Banco de España como Gobernador (julio de 2000-julio de 2006), pasó además a formar parte del influyente G30 (Grupo de los 30). También formó parte del Comité de Basilea (Suiza) como presidente desde mayo del 2003. Tomó parte en los acuerdos de Basilea II, ganándose el respeto de los reguladores y de la industria de servicios financieros por conseguir el acuerdo, en 2004. En agosto del 2006 entró al Fondo Monetario Internacional (FMI) de la mano del entonces presidente Rodrigo Rato (otra figura increíblemente influyente) como consejero y director del Departamento de Mercados Monetarios y de Capital. Finalmente, en noviembre del 2008 y hasta la fecha, es Director General del Banco de Pagos Internacionales.

Además, tiene el inestimable apoyo del actual Gobernador del Banco de España, su amigo Miguel Ángel Fernández Ordóñez, quien fue asesor del Grupo PRISA (editor del diario El País, en donde fue columnista de la sección de economía) y director del programa económico Hora 25 de los Negocios en la cadena SER. Por lo que estos y otros entes son absolutamente intocables para PRISA. De esto extraemos además que los españoles no gestionan mal: es sólo que no se gestiona para el bien común.

Probablemente estos sean algunos de los nombres responsables de que la crisis inmobiliaria no se gestionase bien, ya que en 2007 el BIS notificó: «La banca española es la más expuesta a una crisis inmobiliaria».

5. Conclusiones: Vértigo y espejismos

  • El BIS es la hucha de los Rothschild, un pozo sin fondo que se cuenta por cuatrillones (veinticuatro ceros). No sólo controlan los flujos de economía mundial sino también directamente la política. Un intento mono-nacionalizador sin regulación del poder. Los Rothschild controlan todos los Bancos Centrales del mundo (salgo alguno que otro). La visión consiste en crear un gobierno mundial basado en un modelo de "colectivismo". En The Money Masters no se menciona, incomprensiblemente, al Banco Internacional de Pagos.
  • En cualquier caso el sistema monetario internacional es el punto de intersección de intereses históricos de grandes colectivos o empresas, y su inestabilidad haría peligrar la integridad del mundo actual. Pero el miedo a una quiebra de este tipo no debe afectarnos salvo por la posibilidad de un conflicto armado entre Gobiernos. Algo en realidad improbable.
  • En cuanto a la relación mercado y gobiernos, no hay conductas morales funcionales o balances acertados, no hay un único patrón que pueda servir. Joseph Stiglitz decía: «Las teorías que desarrollamos explican por qué los mercados sin trabas, a menudo, no sólo no alcanzan justicia social, sino que ni siquiera producen resultados eficientes. Por determinados intereses aún no ha habido un desafío intelectual a la refutación de la mano invisible de Adam Smith: la mano invisible no guía ni a los individuos ni a las empresas -que buscan su propio interés- hacia la eficiencia económica». ¿Cómo entonces vamos a simplificar el sistema de economía internacional (si acaso algo así peude concebirse) en un único proyecto? Hablaríamos de una nueva era económica semejante a la Edad Media en cuanto a jerarquías sociales.
  • Un comienzo por parte de la Opinión Pública Internacional sería descreer definitivamente que los acuerdos internacionales de carácter económico vayan en beneficio de todos. El hito histórico de este engaño sistemático está en el Referéndum de la UE (aquél SÍ mayoritario en 2005). Pero volviendo a 2010 (cuánto ha llovido en materia de desregulación), la promoción de la estabilidad financiera internacional habla ahora obsesivamente de “deudas”. Una política macroprudencial (como el mismo BIS denomina) es el método de supervivencia. El informe del BIS de Jaime Caruana, Stephen Cecchetti y los suyos, publicado el 28 de junio, explicaba que para el próximo año, se requerirá el ajuste para la estabilidad del sector financiero requerirá una mayor liquidación supervisada por el banco central y excepcionales medidas de apoyo público. Para ello, continúan con la visión de crear un Consejo de Estabilidad Financiera, respaldado o sustituyendo al Foro de Estabilidad Financiera, en el que ya se acordó (en la Cumbre de Washington del G-20 el 14 y 15 de noviembre de 2008) establecer todas estas directrices.

- Esta nueva entrega del informe se centra, por tanto, en potenciar la cooperación internacional, lo cual no implica acciones para el beneficio público sino para la estabilidad financiera. Una "reforma" (en realidad deberían definirlo como "reajuste") del sistema monetario no mejorará forzosamente nuestra calidad de vida. Además, el informe considera la situación como una "oportunidad". Más allá de esto, existen objetivos muy claros a largo plazo, aunque ocultos, como la moneda única y electrónica: uno de los mayores peligros.

  • Hacen falta más grupos de presión y de opinión. Las políticas de transparencia en decisiones monetarias (como la de Alan Greenspan en el Banco Central Europeo) no suponen nada. La realidad no podemos cambiarla únicamente contemplándola, sobre todo, porque cada decisión es difuminada por una red mediática de espejos que efectivamente la muestran, pero producen vértigo. Y ahí se desintegra mi humilde trabajo.

  • Carroll Quigley, Tragedy and Hope: A History of the World in Our Time (1966).
  • Alan Greenspan: La era de las turbulencias (2007)
  • James Calvin Baker: The Bank for International Settlements: evolution and evaluation. Greenwood Publishing Group, (2002).

Noticias relacionadas

Versión PDF: Descargar artículo en PDF | Enlace permanente: https://info.nodo50.org/5285