Carta desde Ocaña I: Tras los muros de la prisión

15 de junio de 2010.

Normalmente, toda versión relatada sobre los hechos,
vivencias o supuestos problemas que acontecen en el interior de una
prisión se transmite
a la sociedad bajo el prisma mediático y político de aquel que gestiona el
poder. O directamente no se transmite, ya que la cárcel, como la
incomunicación,
a ambos lados del muro. No son muchas las oportunidades que tenemos para
explicar de primera mano aquello que ocurre tras los muros de la prisión.

Mediante estas líneas, de un modo directo, os trasladamos
una serie de situaciones que, pese a ser masivamente denunciadas en las
calles
de nuestro pueblo, continúan siendo moneda de chantaje hacia el
independentismo
vasco.

Han pasado seis meses desde que el Colectivo de Pres@s
Polític@s Vasc@s iniciase una nueva dinámica con un objetivo claro:
reclamar el
fin de la dispersión, ruleta rusa en la que nuestras familias se ven
envueltas
semanalmente; el cese de los cacheos y tratos humillantes a nuestros
familiares
durante las visitas; el fin de la cadena perpetua y la excarcelación,
tanto de
l@s pres@s con enfermedades incurables como de quienes tienen las ¾ partes de
la condena cumplida.

En definitiva, acabar con la política de hostigamiento
contra el Colectivo de Pres@s Polític@s Vasc@s; una política que, en los
últimos
meses, ha sido rediseñada con nuevas medidas: el aislamiento dentro de la
prisión
con un número máximo de dos pres@ vasc@s en cada módulo (o en aislamiento
total)
y la prohibición de la realización de actividades (talleres, gimnasio, uso
del
ordenador…). Una política que, tras varias décadas, y pese al sufrimiento
acarreado, no ha conseguido hacer desaparecer una realidad evidente: la
existencia de casi 800 pres@s polític@s vasc@s en prisiones de los estados
francés y español, a consecuencia de un conflicto político. Un conflicto que
tiene una lógica solución: un marco democrático donde todos los proyectos
políticos
sean realizables, entre ellos el de la independencia, si así lo decidiera la
mayoría de nuestro pueblo.

En este contexto, los diez presos vascos encarcelados en la
prisión de Ocaña I (Toledo), junto con los de otras 17 cárceles españolas
y 11 francesas,
estamos realizando una serie de protestas a lo largo del mes de junio. En
nuestro caso, el chapeo en la celda durante dos semanas, o, por ejemplo, no
recoger la comida entregada por el Centro. Queremos que esta situación sea
conocida, por lo que os animamos a extenderla y denunciarla.

Presos vascos encarcelados en Ocaña I

En Ocaña, junio de 2010.


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